La Declaración de Nuremberg establece 10 principios éticos para la experimentación médica con seres humanos, incluyendo el requerimiento de consentimiento informado, que los riesgos no excedan los beneficios, y que se evite causar sufrimiento innecesario. La declaración fue creada después de la Segunda Guerra Mundial para regular la investigación médica y prevenir futuros abusos contra los derechos humanos.