El suelo es fundamental para los seres vivos y el planeta. Es el resultado de millones de años de formación geológica, pero podemos degradarlo rápidamente a través de la contaminación, la construcción excesiva y el abandono de residuos. Debemos cuidar el suelo adoptando medidas como el reciclaje, el ahorro de agua y energía, y respetando a la naturaleza para preservar este valioso recurso.