El documento describe el uso del ozono rectal como tratamiento médico. Se ha utilizado desde 1935 para tratar afecciones como la colitis y las fistulas. Es una técnica segura y no invasiva que permite que el ozono se absorba rápidamente a través de la mucosa rectal para tratar problemas como la proctitis y las fistulas. El procedimiento implica la introducción lenta de ozono gaseoso a través de una sonda rectal lubricada durante aproximadamente cinco minutos.