El documento habla sobre la importancia de reconocer que los niños también piensan, entienden, deciden, sirven y respetan. Argumenta que los niños deberían estar incluidos y explicados en las decisiones de los adultos en lugar de ser vistos como incapaces, ya que algún día ellos manejarán el mundo. También señala que permitir a los niños interactuar y opinar en las decisiones podría dar como resultado vidas más armoniosas y soluciones más eficientes.