Este documento describe un diagnóstico participativo realizado con alumnos, profesores y familias para identificar elementos del aula que podrían mejorarse. Se utilizaron frases sin terminar que los participantes debían completar sobre cómo se sienten en clase, lo que les gusta y no les gusta de la escuela. Las conclusiones encontraron puntos positivos como el uso de tecnología y trabajo en grupo, pero también negativos como la disposición de las mesas y falta de participación de alumnos y familias.