Los antiguos pueblos mesoamericanos como los aztecas conocían y consumían el cacao, llamándolo "cacahuatl" y a la bebida de cacao "chocoalt". Creían que el cacao tenía un origen divino y que el dios Quetzalcóatl les había dado el fruto del cacao. Cuando Hernán Cortés llegó a México en 1519, los aztecas lo confundieron con la reencarnación del dios Quetzalcóatl y lo recibieron con un banquete que incluía tazas de chocolate. Cortés llevó