1. Sandra Díaz Pérez
Asignatura: Educación y Sociedad
Prof.: Purificación Cruz y Ángel Valero
Curso: 2ºB
Año académico: 2012/2013
Campus de Toledo – Facultad de Educación
Universidad Castilla-La Mancha
2. • Introducción
• Síntesis de elementos
• Valoración crítica personal
• Webgrafía
3. En esta actividad comentamos un
vídeo sobre la forma de actuar en
una tutoría con los padres de tus
alumnos.
4. El fin de las tutorías es contribuir a la
equilibrada interacción de todos los elementos
integrantes de la Comunidad Educativa
(Profesorado, Alumnos, Padres y Entorno social.
La colaboración entre la familia y la escuela es
necesaria para complementar la acción educativa
del niño. De esta forma, la educación del niño
puede ser más personalizada y las experiencias
educativas guardarán relación con las
experiencias con la familia.
5. En el vídeo se habla de la importancia que tiene
la comunicación en las tutorías. Cuando
dialogamos con los padres tenemos que tener en
cuenta:
- Comunicación verbal: entonación, frases
utilizadas, estilo verbal, comentarios,…
- Comunicación no verbal: gestos, posturas,
miradas, lenguaje corporal, etc.
- Contexto: entorno escolar.
6. Además, existen tres modelos de comunicación:
1. Agresivo: expresa sus pensamientos y
sentimientos de forma hostil y dominante,
violando los derechos de los demás.
Comportamiento ofensivo con uso del
sarcasmo e intimidación.
2. Inhibido: no expresa directamente sus
pensamientos y sentimientos permitiendo que
los demás violen sus derechos. Renuncia a
estos por complacer a los demás.
3. Asertivo: expresa pensamientos y sentimientos
en forma directa y apropiada, sin violar los
derechos de los demás. Actúa desde la
7. En el vídeo aparece un caso de tutoría con dos modelos de
comunicación. El primer modelo es agresivo, mientras que
el segundo es asertivo.
En el primer ejemplo podemos ver como una madre acude
preocupada a una tutoría y el maestro le recibe de forma
grotesca. No la ofrece sentarse, se mantiene distante,
utiliza gestos inadecuados (movimiento de manos, postura
severa, etc.), emplea un tono de voz demasiado alto, etc.
Ambos actúan de forma incorrecta puesto que no se
escuchan, no existe empatía, se culpabilizan, etc.
En el segundo ejemplo hay un cambio enorme. Se crea un
clima de colaboración y entendimiento, se relajan las
posturas, no existen movimientos agresivos, existe la
empatía en ambos participantes de la conversación, se
8. Si yo fuera maestra intentaría por todos los medios
conseguir el segundo ejemplo.
Cuando se utiliza un modelo de comunicación agresivo deja
de existir la complicidad necesaria para que el contexto
educativo del niño funcione correctamente. Si se trata a los
padres de esa forma, dejarán de confiar en los maestros, y
como consecuencia esa conducta se quedará en el niño. Este
niño no conseguirá tener un clima educativo adecuado y
probablemente, su educación sea de peor calidad.
De ahí radica la importancia de utilizar el modelo de
comunicación asertivo. Cuando la familia y la escuela se
entienden, buscan lo mejor para el niño y trabajan
cooperativamente, el niño tiene el mejor clima para poder
crear en él una educación integral.
9. Entonces, ¿cómo podemos llevar a cabo una buena tutoría?
- Saludar a los padres de forma adecuada.
- Si se encuentran nerviosos o alterados intentar
tranquilizarles.
- Pedirles que se acomoden ofreciéndoles asiento.
- Recoger toda la información que los padres puedan
ofrecer sobre su hijo y el caso sobre el que se está
hablando.
- Contar a los padres las observaciones que tenemos
sobre su hijo.
- Ofrecer una solución para el problema que consiga
calmar a los padres.
- Dar las gracias por acudir a la tutoría.
10. - No olvidar utilizar un vocabulario adecuado.
- Crear un clima cálido de confianza y de respeto
mutuo.
- Tener en cuenta los elementos de la
comunicación: verbal, no verbal, y contexto.
- Tener empatía hacia los padres del alumno.
- Buscar la mejor solución para el niño, para el
maestro y para los padres.