3. DESCRIPCION GENERAL
La presbicia, tambien conocida como vista
cansada es un defecto de los ojos que se
produce por la perdida de flexibilidad o
acomodacion del cristalino y su principal
caracteristica es la disminucion de la vision
proxima. Esta afecta directamente a personas
mayores de 40 años
4. SINTOMAS
Los síntomas aparecen alrededor de los 45 años
y progresan hasta los 60 aproximadamente.
Consisten en una dificultad creciente para la
visión nítida de objetos cercanos.
La lectura se va haciendo difícil, pues es preciso
alejar los textos a una distancia superior a 33 cm
para poderlos visualizar con nitidez. A esa
distancia muchos caracteres están demasiado
lejos para ser identificados con facilidad. Los
síntomas se acentúan en condiciones de baja
luminosidad y al final del día.
5. CORRECCION OPTICA
El tratamiento consiste utilizar unos lentes con una graduación adecuada
que va entre 1 y 3. Mediante su uso se debería poder leer con claridad a una
distancia de 33 centimetros.
Es recomendable visitar al optometra para que realice una valoración de la
capacidad visual.
Cuando existe un defecto visual previo a la aparición de la presbicia que dificulta
la visión de lejos, por ejemplo una miopía, será necesario utilizar dos gafas
distintas, una para la visión próxima y otra para la visión lejana, o bien lentes
especiales bifocales o multifocales progresivas.
Algunas personas eligen corregir un ojo para la visión lejana y otro para la visión
cercana. Este procedimiento se llama "monovisión" y elimina la necesidad de
lentes bifocales o lentillas para lectura, pero puede interferir en la percepción de
profundidad. Existen también nuevas lentes de contacto que pueden corregir
tanto la visión cercana como la lejana con la misma lente.
6. CORRECCION OPTICA
Por otro lado, existe un tratamiento en base a la aplicación de un
colirio denominado Método Benozzi, patentado en Europa y
Estados Unidos entre otros países del mundo, desarrollado por
el oftalmólogo argentino Jorge Benozzi. El colirio está
compuesto de dos drogas: una es un neurotransmisor y la otra
un antiinflamatorio. La primera complementa la disminución
fisiológica de esta sustancia en el sistema nervioso central, que
se produce a partir de los 40 años, y la segunda complementa el
efecto. El 85% de los présbitas pueden ser tratados con éxito
mediante el uso de este método.
Antes de adquirir las gafas es recomendable una visita al
oftalmólogo u optometrista para que realice una valoración de la
capacidad visual.
Otras posibilidad son el uso de lentes de contacto.[1]
Cuando existe un defecto visual previo a la aparición de la
presbicia que dificulta la visión de lejos, por ejemplo una
miopía, será necesario utilizar dos gafas distintas, una para la
visión próxima y otra para la visión lejana, o bien lentes
especiales bifocales o multifocales progresivos.