El exceso o falta de sodio y potasio puede ser perjudicial para la circulación y el corazón porque estos minerales ayudan a regular la presión sanguínea y la contracción muscular. El sodio tiende a retener agua mientras que el potasio ayuda a eliminar el exceso de sodio. Se recomienda consumir ambos minerales en cantidades equilibradas para mantener niveles saludables que prevengan problemas cardiovasculares.