1. Por: Gianmarco Arango Machado
Helmer Cuervo Noreña
Juan José Galvis Arcila
Andrés Felipe García
Sadi Estiven Gómez Giraldo
Estiven Jiménez Gómez
Kelvin Smith Sanches
Duvan Valencia Ocampo
2. Aristóteles nació en 384 a. C. en la ciudad de Estagira (razón por la
cual se lo apodó el Estagirita). No lejos del actual Monte Athos, en
la península Calcídica, entonces perteneciente al Reino de
Macedonia (actual Macedonia). Su padre, Nicómaco,
fue médico del rey Amintas III de Macedonia, hecho que explica su
relación con la corte real de Macedonia, que tendría una
importante influencia en su vida.
En 367 a. C., cuando Aristóteles tenía 17 años, su padre murió y su
tutor Proxeno de Atarneo lo envió a Atenas, por entonces un
importante centro intelectual del mundo griego, para que
estudiase en la Academia de Platón. Allí permaneció por veinte
años.
Tras la muerte de Platón en 347 a. C., Aristóteles dejó Atenas y
viajó a Atarneo y a Aso, en Asia Menor, donde vivió por
aproximadamente tres años bajo la protección de su amigo y
antiguo compañero de la Academia, Hermias, quien era
gobernador de la ciudad.
3. Critica a los dos mundos: para Aristóteles es uno solo; admitir dos
mundos complica la explicación innecesariamente, reduplicando
las realidades.
Platón no ofrece una explicación racional al hablar de los dos
mundos. Se limita a utilizar mitos y metáforas, en vez de aclarar
conceptualmente sus propuestas.
No hay una relación clara de causalidad del mundo ideal respecto
del mundo sensible. No explica cómo las ideas son causa de las
cosas sensibles y mutables. No infiere que de una idea se derive un
objeto.
Argumento del tercer hombre: según Platón, la semejanza entre
dos cosas se explica porque ambas participan de la misma idea.
Según Aristóteles, se precisa un tercero para explicar la semejanza
entre dos cosas, y un cuarto para explicar las tres, y así
sucesivamente. Es una regresión al infinito, por lo tanto no se
explica nada. Tal argumento ya había sido recogido por el mismo
Platón en el diálogo titulado Parménides.
4. Todos los seres vivos se presentan a Aristóteles como
poseedores de alma (psyché), con lo cual se distinguen de los
seres inanimados o inorgánicos. Distingue tres clases de alma:
vegetativa (propia de las plantas, pero presente también en los
animales y en el hombre), sensitiva (propia de los animales y del
hombre), racional (exclusiva del hombre). Ésta tiene tres
características: es causa del movimiento del cuerpo, conoce y
es incorpórea.
Con respecto al conocimiento, Aristóteles no admite las
doctrinas de Platón, ni tampoco el innatismo. La mente al
nacer es "tamquam tabula rasa", en la que nada hay escrito.
5. La ética de Aristóteles tiene un fin que se resume en la
búsqueda de la felicidad. Para algunos, la felicidad
consiste en los placeres; para otros, en las riquezas; pero
el hombre sabio la busca en el ejercicio de la actividad que
le es propia al hombre, es decir, en la vida intelectiva. Ello
no excluye el goce moderado de los placeres sensibles y de
los demás bienes, con tal de que no impida la
contemplación de la verdad. Sobre esta base desarrolla
Aristóteles el concepto de virtud. La virtud consiste en el
justo medio. Lo que quiere dar a entender es que el actuar
del hombre debe estar regido por la prudencia o regla
recta.
6. Para Aristóteles el hombre es un "animal político" por
naturaleza. Sólo los animales y los dioses pueden vivir
aislados. La fuerza natural hacia la reproducción y la
conservación inclina a los hombres a vivir unidos, primero
en la familia, luego en la aldea (unión de varias familias) y
finalmente en la ciudad-estado (ni muy pocos, ni
demasiados habitantes). El buen funcionamiento de una
ciudad-estado no se asegura solamente por aunar
voluntades hacia un mismo fin; se requiere también de
leyes sensatas y apropiadas que respeten las diferencias y
eduquen a los ciudadanos para la responsabilidad civil
dentro de la libertad (Aristóteles, en su mentalidad
clasista griega, no concibe el derecho de ciudadanía ni
para las mujeres ni para los esclavos).
7. La phantasía, imaginación, es un modo de conocimiento
que reproduce una sensación, sin presencia actual del
objeto sensible.
Cuando soñamos o recordamos mediante imágenes algo
conocido sensiblemente con anterioridad se produce la
imaginación.
La diferencia entre sensación e imaginación no se produce
sólo por la ausencia de objeto en la imaginación, sino
porque lo representado en ésta puede ser falso (o
verdadero), pero la sensación siempre es verdadera.
Por otra parte, la mente siempre tiene necesidad de
pensar las formas en imágenes.
8. "El entendimiento, en sentido pasivo, es tal porque viene a ser
todas las cosas" (Del alma, lib.3, cap.8).
El entendimiento paciente es el propio de cada hombre
particular, y por ello es inseparable, es decir, mortal. Pero el
entendimiento no sólo puede ser capacidad de pensar o
potencia (en el sentido pasivo de padecer). Ha de haber algo
que sea enérgeia, es decir, aquello que posea la potencia activa
(acto, obra, cumplimiento) de producir los conceptos
universales que representan la esencia de las cosas.
Este entendimiento, llamado entendimiento agente, es
inmortal, separable y eterno, por no ser nada de cada hombre
sino causa eficiente (productora, activa) del conocimiento. Pero
con ello no afirma Aristóteles la inmortalidad del alma, puesto
que ésta, al ser la morphé del viviente (cuerpo), no puede existir
a no ser en unión con aquel.
9. Se considera a Aristóteles como uno de los pioneros biólogos, dado
que se dio a la tarea de clasificar unas 500 especies de peces, entre
otros animales.
Aristóteles abordó el tema del alma como biólogo, porque
consideraba al alma el principio vital. Lo que está vivo, lo está gracias
al alma, no a la materia. El alma es la forma del cuerpo, y hay tres
tipos de alma:
El alma vegetativa (vegetales): nutrición y reproducción.
El alma sensitiva (animales): nutrición, reproducción, percepción,
movimiento y deseo.
El alma racional (humanos): nutrición, reproducción, percepción,
movimiento, deseo y razonamiento.
Según Aristóteles, la unión del alma con el cuerpo es también
beneficiosa para el alma, porque sólo así cumple sus funciones. Alma
y cuerpo no son dos sustancias distintas, sino que son dos
componentes de una única sustancia. Por definición, entonces,
Aristóteles no podrá sostener que el alma es inmortal, pero sí que hay
una parte del alma que sobrevive a la muerte.
10. Durante mucho tiempo, el pensamiento aristotélico se vio eclipsado
por el prestigio de las doctrinas de Platón. En época de la Roma
cristianizada, el naturalismo y el realismo de Aristóteles eran
despreciados y se privilegiaban las lecturas neoplatónicas de Plotino y
Beocio. Debido al espiritualismo que caracterizó al pensamiento
medieval, las doctrinas de Platón gozaron de preeminencia hasta el
siglo XII.
Los filósofos árabes -y, particularmente, Avicena y Averroes-
contribuyeron a que el pensamiento aristotélico fuese de nuevo
objeto de atención en Occidente. El creciente interés por la naturaleza
mostrado por el pensamiento cristiano en la Baja Edad Media hizo
posible que la obra de Aristóteles fuese estudiada. Roger Bacon y
Alberto Magno reivindicaron el pensamiento de este filósofo, y santo
Tomás de Aquino lo transformó en la base de la teología cristiana
11. El ignorante afirma, el sabio duda y
reflexiona.
La inteligencia consiste no sólo en el
conocimiento, sino también en la destreza de
aplicar los conocimientos en la práctica.
Lo que con mucho trabajo se adquiere, más
se ama.