La médula espinal es un cordón nervioso de unos 46 cm de largo y 1 cm de diámetro que se encuentra protegido por las vértebras y las meninges (duramadre, aracnoides y piamadre). Está compuesta internamente por sustancia gris en forma de H y sustancia blanca periférica, y sirve para conducir señales sensoriales al cerebro y señales motoras desde el cerebro, controlando también las actividades reflejas a través de circuitos neuronales como el arco reflejo.