La psicología comunitaria surgió en la década de 1960 como una rama de la psicología centrada en los grupos, la sociedad y las interacciones entre individuos. En América Latina, surgió en la década de 1950 como una respuesta a la psicología social individualista que no abordaba los problemas sociales. La psicología comunitaria busca empoderar a las comunidades para que puedan resolver sus propios problemas y lograr cambios sociales mediante la participación autogestionada. Se basa en conceptos como la tensión social,