1. Republica Bolivariana de Venezuela
Vicerrectorado Académico
Facultad de Humanidades
Universidad Yacambú.
Alumna:
Noribay Ochoa
Expediente:
HPS-142-00757
Abril, 2020.
2. Es una corriente psicológica fundada por Abraham Maslow en
los años 60 y se basa en la creencia de que el ser humano debe ser
considerado como un todo, aceptando que existen diferentes
circunstancias o factores que afectan a la salud mental como los
pensamientos, las emociones, los comportamientos sociales, etc.
Aparece a mediados del siglo XX como una alternativa a las dos
fuerzas principales: el conductismo y el psicoanálisis. Su finalidad era
dar una respuesta diferente, abordando los problemas del ser humano y
ofreciendo una perspectiva desde el ámbito de la salud, más que de la
enfermedad.
3. Objeto de estudio
Esta corriente se aleja en cierto modo de la idea causa-efecto en
los problemas del paciente ya que considera que el ser humano
está expuesto a numerosos fenómenos vitales que provocan estados
mentales que crean fricciones, problemas o malestares.
Consiste en estudiar al ser humano en su totalidad y
no fragmentadamente. El ser humano está provisto con
facultades de decisión, libertad y conciencia para elegir
y tomar sus propias decisiones.
4. Principios
El individuo debe ser aceptado por los demás tal y como es, con sus virtudes o
defectos.
El ser humano es bueno por naturaleza, por lo que se debe proteger la tendencia a
las relaciones sociales. Además, el ser humano tiende a desarrollar su mayor potencial
una vez cubiertas las necesidades básicas.
El ser humano es un ser libre y se deben respetar sus libertades. Esto se defiende
con el postulado anterior. Si el ser humano es bueno por naturaleza, la libertad de sus
acciones se defienden mucho mejor.
Al contrario que la corriente conductista, el modelo humanista en psicología
defiende que esta ciencia se debe ocupar de la subjetividad.
La terapia humanista está centrada en la persona, es ahí dónde aparece la figura
del Carl Rogers.
5. La Terapia Familiar Sistémica se apoya en la idea de
que las relaciones familiares forman una parte clave de la
salud emocional de cada miembro de esa familia. Este tipo
de terapia puede ayudar a las personas que se preocupan
por los demás a encontrar maneras de hacer frente en
colaboración con cualquier malestar, la incomprensión y
el dolor que está afectando a sus relaciones y poner una
tensión en la unidad familiar.
Su estudio y práctica pone especial importancia en la relación y
comunicación en cualquier grupo que interaccione, entendido como
un sistema. Este enfoque se extiende también a las personas
individuales, teniendo en cuenta los distintos sistemas que componen
su contexto.
6. La terapia sistémica se caracteriza por ser un enfoque de solución de
problemas práctico más que analítico. No importa tanto el diagnóstico de quién es
el enfermo o de quién tiene el problema, sino que se centra en identificar los
patrones disfuncionales dentro del comportamiento del grupo de
personas (familia, empleados, etc.), para así redirigir esos patrones de
comportamiento directamente.
Los terapeutas sistémicos ayudan a los sistemas a encontrar el equilibrio.
La terapia sistémica entiende los problemas desde marco contextual y se
focaliza en comprender y cambiar las dinámicas de las relaciones
(familiares, laborales, etc.).
Los roles y los comportamientos de las personas en estos contextos se
entiende que están determinados por las reglas tácitas de ese sistema y la
interacción entre sus miembros.
7. Los problemas más habituales con los que un
terapeuta familiar suele trabajar son los
acontecimientos estresantes y traumáticos de la vida
tales como: divorcio y la separación, enfermedad
o muerte de un ser querido, y etapas de transición
de desarrollo de la familia que pueden causar dolor y
malestar.
Los conflictos entre padres e hijos, problemas relacionados con la escuela y el
trabajo y las dificultades psicosexuales también pueden ser explorados a través de la
Terapia Familiar Sistémica