La química clínica se ocupa del estudio de los aspectos químicos de la vida humana y la aplicación de métodos de laboratorio para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Existen tres perfiles principales: perfil bioquímico general, perfil hepático y perfil lipídico, que miden los niveles de sustancias como glucosa, calcio, colesterol y enzimas hepáticas para indicar el funcionamiento de órganos y detectar posibles enfermedades.