Un radiofármaco es una combinación de un isótopo radiactivo y una molécula transportadora. Se utilizan como compuesto de contraste inyectado al paciente para permitir observar el interior del organismo de manera no invasiva y obtener imágenes moleculares. Los radiofármacos producen radiaciones que permiten visualizar la distribución de la molécula en el cuerpo y revelar alteraciones a nivel molecular.