El documento resume las ideas principales del libro "La Independencia en el Perú" del historiador Heraclio Bonilla. Según el libro, la versión oficial de la independencia peruana escrita por los historiadores tradicionales es falsa y sirve para legitimar el presente. La independencia realmente fue el resultado de la lucha entre potencias europeas por el dominio y no fue lograda por el pueblo peruano. Tampoco trajo cambios a la estructura colonial del país. El libro busca ofrecer una versión más acorde
La verdadera historia de la independencia del Perú según un historiador
1. “nos abrazamos y
continuamos
saltando y
vivando el
triunfo. No perdí
el tiempo y dije
"esto merece",
abrí un vinito
tinto, peruano. Y,
brindamos. !Las
alegrías siendo
escazas merecen
gozarse!. ”
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El Zaguán de Oro Puquio
show. En el fondo decimos que es de
locos revisar la veracidad de estos
hechos, y menos aceptar que lo que
sabemos, no es “la verdadera histo-
ria”.
El solo hecho de saber poco de la his-
toria, y que encima sea falso, es irri-
tante, y salvamos el pleito diciendo,
“mejor cambiemos de tema”, al fin, “a
estas alturas eso qué importa, eso es
pasado, preocúpate del futuro”. Sin
embargo, este proceder conformista y
retardatario, será quebrado por algu-
nos que, saldrán de la “caverna plató-
nica”, y confrontarán con la verdad,
dejando atrás el estilo tradicional de
mirar la historia. Siempre vale más
aproximarse a la verdad, y siempre lo
será, sea en ciencias naturales o socia-
les, pues ella explicará mejor las du-
das, entrampes y lastres que la socie-
dad peruana padece, las que impiden
alcanzar mas unidad, justicia, y desa-
rrollo con oportunidades para todos.
Uno de estos textos básicos, es del
historiador Heraclio Bonilla, “La In-
dependencia del Perú”. Este trabajo
se publicó en 1972, como una alterna-
tiva, a lo que los historiadores tradi-
cionales, produjeron por el sesquicen-
tenario de la independencia del Perú
(150 años), auspiciados por el go-
bierno militar de entonces.
En la presentación del libro destaca su
objetivo, “es una contribución al es-
clarecimiento del proceso de la Inde-
Cu a n d o
llega el
mes de julio,
los colores
rojo y blanco
lucen gallar-
dos en las
fachadas de
las oficinas
públicas y
h o g a -
res. Tam-
bién, en los
v e h í c u l o s
ondean ban-
derines bicolo-
res haciendo
juego con las
e s c a r a p e l a s
que resaltan en las solaperas de los
sacos. Se nota que el cariño y respeto
a nuestra patria es uniforme. No hay
un solo ciudadano que no se sienta
comprometido con el homenaje a la
Independencia del Perú, que ocurrió
el año 1821, con San Martín. Y, se
consolidó con Simón Bolívar, en
1824.
En medio de eso, pocos se ponen a
pensar sobre el hecho de la Indepen-
dencia, su significado, su actualidad y
su verdad. Nuestra cultura de no inte-
rrogación, de no crítica, al “status
quo”, impiden ver más allá de los tex-
tos oficiales que nos enseñan, desde la
niñez. Nos dejamos llevar por lo desfi-
les de soldados, tanques y aviones.
Preferimos la superficialidad, y el
pendencia … su propósito es ofrecer al
lector los planteamientos de la inves-
tigación histórica moderna”.
Entre los mitos que destapa, y produ-
ce escozor, “La Independencia no fue
el resultado de un conflicto entre me-
trópoli y colonia sino la consecuencia
de una pugna en Europa entre metró-
polis competidoras por el dominio
u n i v e r s a l . . Y q u e e s t a
(independencia) tampoco fue fruto de
una toma de conciencia nacional del
pueblo peruano, puesto que las gran-
des mayorías estuvieron ausentes del
proceso. Indios, negros y mestizos
lucharon indistintamente en las filas
de los ejércitos patriotas y realis-
tas”. “La Independencia del Perú se
limitó a ser un hecho militar y políti-
co, dejando inalteradas las bases mis-
mas del sistema colonial”. “.. no afec-
taron la esencia misma de la estructu-
ra económica y social colonial”. “El
cambio más importante, fue el surgi-
miento de un poder político en el seno
militar, .. Ante, la debilidad de la élite
criolla nativa, ejerció sin seria oposi-
ción el poder político de la nueva re-
publica hasta 1872”.
Así, de qué unidad de peruanos lu-
chando contra el yugo español, nos
habla la historia oficial, cuando en
realidad ella nos fue concedida por
ejércitos extranjeros, no la ganamos
por nuestro esfuerzo, hasta peor, pues
la nueva república terminó consoli-
dando la hegemonía militar en la
Mes de julio: reflexiones sobre la independencia del Perú
De qué amor al Perú hablan si su inte-
rés principal de estar en el parlamento
es el dinero!.
Las chicas, muchas de ellas morando
en casitas humildes, sin comodidades,
sí quieren al Perú, y no lo hace por el
dinero!.
Como cierre de oro, y siendo el fin de
mes, e iniciándose las fiestas patrias,
las menores, con llanto, abrazándose
via la televisión nos repetían.
Los amamos!. Feliz 28!.
Nosotros también las amamos, y les
agradecemos por darnos estos mo-
mentos de alegría, ustedes nos de-
muestran que trabajando en equipo y
dedicación se puede alcanzar metas
insospechadas. Nada es imposible.
garra y valentía, se arrojaban arries-
gando toda su integridad física al lu-
gar mas difícil para salvar un bola. Ahí
está la superación del dolor al tobillo
de Angelita, para luego convertirse en
la decisiva en el set final.
Todos los colores de nuestra nación
peruana estaban en la cancha, blan-
quitas, canelitas, morenitas, nuestro
Perú en pleno, estaba representada en
estas valiosas chicas.
Qué ejemplo de valor y amor al Perú,
que nos dan.
Miren eso congresistas!. Miren eso
políticos!.
De qué vale hinchar el pecho con arro-
gancia si falta moral!.
Para mí con ese partido ganado, a uno
de los favoritos del campeonato, ya
nos demostraron que tienen condicio-
nes, y que Perú, puede volver a ser
grande en voley, como lo fue en los
70s y 80s. Pero esta vez tenemos que
brindarles todo el apoyo económico:
salario, giras por todo el mundo, me-
jores campos para entrenar. Esta es
una inversión segura pues calidad
humana hay, se ha demostrado.
Arriba Perú!.
Manos morenas se elevan y punto!.
Angelita vales un Perú!
La Pluma del Viento
Lima, 27 de julio de 2013
De suspenso ….
Nuestra cultura de no interrogación, de no crítica,
al “status quo”, impiden ver más allá de los textos
oficiales
“toda historia
responde a las
inquietudes del
presente y
refleja la
ideología de
quienes la
escriben. Su
función es:
legitimar el
presente a
través de la
manipulación del
pasado ”
2. “Con el ajado
maletín de cuero
que colgaba
sobre nuestro
hombro
subíamos y
bajábamos las
pircas de las
chacras cuando
en las guerras
que a puro
coyllumpi nos
enfrentábamos
en el bosque ”
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Volumen 2, nº7
nes la escriben”. “Su función es: legi-
timar el presente a través de la mani-
pulación del pasado; intentar fundar,
inapropiadamente, las bases históri-
cas de la nacionalidad peruana e im-
pedir la crítica histórica de los proble-
mas del presente”.
Por eso, qué mejor contribución a las
fiestas patrias, que hurgar en la histo-
ria verdadera, y sobre esa base reflexi-
va y analítica, construir nuestro rol en
la sociedad actual, mejorando nuestra
política durante casi 60 años, donde la
incapacidad estratégica, administrati-
va y política, debilitaron la Nación y
Estado, culminándose en la desastro-
sa traición de la guerra del pacífico
donde Chile y Gran Bretaña, consoli-
daron su plan.
Entonces, ¿porqué nos proponen his-
torias falsas desde la niñez?. La res-
puesta nos la propone este libro, “toda
historia responde a las inquietudes del
presente y refleja la ideología de quie-
calidad de ciudadanos, más éticos,
más responsables, a la vez menos hi-
pócritas, frente a nuestra pobreza y
escaso desarrollo.
El libro mencionado es un buena he-
rramienta para romper el cobarde
pacto con la historia oficial.
La Pluma del Viento
Lima, 14 de julio de 2013
Mes de julio …...
“tanda” de las madres en
caso los perdieses, a pesar
de eso, de vez en cuando
los usábamos como arcos
para los partidos de fútbol
que iniciábamos en alguna
calle, cerca de Jircán.
La pizarra de cemento y
color negro, yacía al fondo
del aula, el pupitre del pro-
fesor a un costado, luego
dibujos, cuadros, mapas,
símbolos patrios y otros
adornaban sus paredes,
nuestra escuela era de las
mejor acabadas en la ciudad, por no
decir la mejor, su ventanas altísimas
para nuestra estatura, solo servían,
como debe ser, para dar paso a la luz
en grandes cantidades, no para dis-
traernos ni oír el bullicio de las calles.
Allí en lo alto a casi 4 metros estaba el
techo, los terrados se entrelazaban y
se veían fuertes lo necesario para dar-
nos seguridad ante los estremecedores
truenos y rayos de las abundantes
lluvias de algunos meses del año. En
la parte posterior del aula había espa-
cio suficiente para improvisar ejerci-
cios de teatro, cantos, depositar ins-
trumental didáctico, hasta incluso
montar un museo propio, cuyos obje-
tos los traíamos de hermosos paseos
hacia los alrededores de Chiquián.
Las mañanas frías y desagradables de
los lunes las iniciábamos con la ento-
nación del himno nacional, en el patio
principal, donde todas las secciones
formábamos en columnas, los mas
pequeños se ubicaban en la primera
fila, dejando a los mas altos atrás. Con
la voz bien afinada de profesores que
también eran buenos músicos, como
don César Figueroa y Oswaldo Vicuña,
las voces de los pequeños gorriones
Cuando recuerdo mi infancia, en
los años 60, imagino las duras y
gastadas carpetas de madera, el cua-
derno “borrador” o "block" de anota-
ciones y los cuadernos forrados con
papel azul, etiqueta roja y “vinifan”,
donde trabajábamos las tareas de los
cursos, "ya pasaste a limpio”, nos re-
petía nuestra exigente madre. El único
libro que portábamos eran las enciclo-
pedias voluminosas, los de mi tiempo
eran, Bruño, Venciendo o Fanal, los
usábamos diariamente. Estaban usa-
ditos pero bien conservados, nuestros
hermanos mayores los habían cuidado
muy bien y con seguridad de nuestras
manos pasarían a otras nuevas, por
ello estaban sin anotaciones.
Con el ajado maletín de cuero que
colgaba sobre nuestro hombro subía-
mos y bajábamos las pircas de las cha-
cras, cuando en las guerras que a puro
coyllumpi nos enfrentábamos en el
bosque de don Martín Vásquez
(abuelito de Efra) en Chicchó o cuan-
do bajábamos a Shapash a través de
enredados matorrales para un buen
chapuzón. Los lápices, reglas, borra-
dores, que contenían, los cuidábamos
como oro, pues sabíamos de la
escolares estre-
mecían y alegra-
ban a los inmen-
sos cipreses, eu-
caliptos y bosque
que adornaban
los pasadizos y
patios de nuestra
escuela.
Conforme avan-
zaban las clases
aguardábamos el
recreo con ansie-
dad, de pronto la
campana a mitad de la mañana, anun-
ciaba el ¡din, don! ¡din don! de la
¡Libertad!. Salíamos cual peces en el
rio, directo al bosque a jugar el
subibaja con árboles caídos, o a cazar
arañas y alacranes desmontando las
piedras de las pircas, o jugar un parti-
dito Cahuide - Tarapacá o Alianza –
U. De vez en cuando los encuentros
eran tan competitivos que algunos
volvían al aula con las narices colora-
das y golpeadas o chichones en la ca-
beza.
Con alegría iniciábamos en la tarde
nuestras clases de carpintería, el pro-
fesor Carlos Quispe sabía que con esas
enseñanzas alguno de los alumnos se
ganaría la vida, por eso era muy exi-
gente y meticuloso, lo mismo pasaba
con Oshva Vicuña, en mecánica, me-
tiendo carbón para la fragua, marti-
llando el latón o soldando. En zapate-
ría don Feliciano Vicuña, cual abueli-
to, con paciencia y regaños nos ense-
ñaba a preparar la suela, las estaqui-
llas, los chinches, el cáñamo, pero
mientras pestañeaba preparábamos
“cocos” para nuestros falsos
“chimpunes”, que eran nuestros calza-
dos cotidianos. En industria, don Cás-
tulo Rivera, nos estimulaba a conocer
Amada escuelita Prevocacional 351
Libro la Independencia en
el Perú, del historiador
Heraclio Bonilla