El documento argumenta que la regionalización es necesaria en Puerto Rico para promover un desarrollo económico y social más efectivo. Menciona experiencias exitosas de regionalización como Emilia-Romagna en Italia y el País Vasco en España. También señala que Puerto Rico enfrenta desafíos como un lento crecimiento y una crisis fiscal, por lo que se necesitan estrategias regionales coordinadas que permitan aprovechar las ventajas competitivas de cada región.