El documento discute las relaciones entre los médicos generales y oncólogos en el tratamiento del cáncer. Indica que los médicos generales deben mantener una comunicación fluida con los especialistas oncológicos y tratar las complicaciones de los tratamientos como la quimioterapia. También destaca que los médicos generales deben contar con conocimientos sobre prevención y tratamiento de efectos secundarios para garantizar que los pacientes toleren y completen con éxito sus tratamientos contra el cáncer.