Vattimo considera el relativismo como una posibilidad ética que permite el diálogo plural y diverso fuera de estructuras metafísicas tradicionales de justificación. Desde una perspectiva relativista, la historia no puede verse como un relato unitario sino como un sucesión temporal de acontecimientos fragmentados. El "pensamiento débil" reconoce que no hay relatos metafísicos que sustenten el presente, lo que conduce a un pluralismo moral y epistemológico donde lo único posible es la interpretación de lo que acontece.