La contabilidad surgió de la necesidad del hombre primitivo de administrar sus alimentos. En Mesopotamia se usaron dígitos para identificar cantidades y los datos contables se plasmaban en tablillas de barro. En Egipto plasmaban su contabilidad en papiros teniendo como elementos los activos y las obligaciones. Grecia fue reconocida por sus avances en contabilidad y donde nació el cheque. La contabilidad en la Edad Media la llevaba la iglesia hasta que Paciolo implementó la teoría de la partida doble.