Este documento define los residuos biológicos como aquellos que contienen agentes biológico-infecciosos capaces de producir enfermedades, como la sangre, cultivos de agentes biológicos, tejidos patológicos, y residuos no anatómicos. Explica que estos residuos se convierten en peligrosos y deben tratarse adecuadamente para preservar los ecosistemas y evitar su acumulación como desechos.