El documento describe cómo introducir la educación global en el currículo escolar a través del desarrollo de competencias. Propone que la escuela debe provocar el aprendizaje de competencias básicas mediante experiencias auténticas que impliquen a los estudiantes. También sugiere que los profesores deben acompañar el crecimiento de los estudiantes y que se necesita formación continua para apoyar este enfoque.