Dos amigos, Limay y Neuquén, se enamoran de una hermosa joven llamada Raihue. Para probar su amor, deben traerle una concha del mar. Los dioses los convierten en ríos para que lleguen más rápido. Mientras avanzan, el espíritu del viento le dice a Raihue que no volverán. Ella se marchita de pena. Al enterarse de su muerte, Limay y Neuquén se unen formando el Río Negro para continuar juntos hacia el mar.