El documento habla sobre la necesidad de enseñar una identidad terrenal en la educación. Propone que los estudiantes desarrollen un sentimiento de pertenencia a su tierra natal, considerada la última y primera patria. También discute cómo vivimos sumergidos en una gran cantidad de información sobre el mundo, lo que dificulta nuestra comprensión. Finalmente, enfatiza la importancia de percibir nuestra identidad como seres humanos vinculados a un planeta común.