Este documento discute la importancia de perseguir nuestros sueños y metas a pesar de las dificultades y opiniones de otros. Usa varias historias como ejemplos, incluyendo la de un tren que quería volar y los hermanos Wright que desafiaron a su padre para realizar el primer vuelo en avión. También enfatiza la necesidad de prepararse para los desafíos que pueden surgir al perseguir nuestros sueños y asegurarnos de aterrizar de manera segura después de tomar riesgos.

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Efrén Martín, gerente de , profesor de , asociado de
Links: GGPPSS, Conducción Vital (compilación de VIP + TM + VOS + STOP + GPS)
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Nº 123 marzo 2017 http://www.fvmartin.net
«… se hace camino al andar…»
"El caracol construye la delicada arquitectura de su concha añadiendo
una tras otra las espiras cada vez más amplias; después cesa
bruscamente y comienza a enroscarse esta vez en decrecimiento, ya que
una sola espira más daría a la concha una dimensión dieciséis veces
más grande, lo que en lugar de contribuir al bienestar del animal, lo
sobrecargaría. Y desde entonces, cualquier aumento de su
productividad serviría sólo para paliar las dificultades creadas por
esta ampliación de la concha, fuera de los límites fijados por su
finalidad. Pasado el punto límite de la ampliación de las espiras, los
problemas del sobre-crecimiento se multiplican en progresión
geométrica, mientras que la capacidad biológica del caracol sólo puede,
en el mejor de los casos, seguir una progresión aritmética". IVAN ILLICH
”Había un tren, muy grande y pesado, que pasaba todo el tiempo
pensando en volar. Los otros trenes le decían que era imposible,
que solo los pájaros y los aviones volaban. Entonces el tren
decía ¡Quiero ser un pájaro! ¡Quiero ser un avión!, pero seguía
siendo un pesado tren de carga que quería volar.
Hasta que un día, hubo una gran tormenta, la cual destruyó un
puente que unía dos cerros, justo cuando se acercaba el tren que
quería volar. Frente a él se encontraba el vacío. El maquinista
aplicó el freno y saltó a tierra para salvar su vida. En ese
momento, el tren que quería volar vio su oportunidad.
Desconectó los frenos y aceleró directo al vacío.
Y entonces voló, voló, voló...Y era tan fuerte su deseo de volar, que se mantuvo en el aire a pesar de su
cuerpo de hierro. Y sintió que era un pájaro. Y sintió que era un avión. Se mantuvo en el aire mientras
las nubes, que habían bajado a ver la hazaña, pasaban sonriendo a su lado. Llegó volando al otro
lado del barranco y las ruedas tomaron su camino de metal.”
El Obispo Milton Wright aseveró: “Los
humanos nunca volarán. Nunca. Volar está
reservado a los pájaros y a los ángeles”.
Sus dos hijos, Orville y Wilbur, realizaron el
primer vuelo en avión, un salto para ser
exactos, desafiando la sabiduría paterna.
Las circunstancias y las opiniones
desmotivadoras de quienes no se atreven a
saltar nos condicionan. Nos hacen pensar más
en nuestras limitaciones que en nuestras
posibilidades y amenazan con que los sueños
que no podemos realizar nos quiten el sueño.
Pero la presión de la adversidad es como un
muelle que, a base de oprimirnos, nos impulsa
para dar un brinco hacia adelante cuando
estamos convencidos y surge la oportunidad:
Muchos autónomos se han activado por el
deseo e imposibilidad de encontrar trabajo.
Otros cambian de raíz, adoptando hábitos
saludables, tras una dura enfermedad.
Algunos, como Richard Douglas, soportaron
la burla hasta conseguir su meta. En su caso
el oro olímpico con el Fosbury Flop.
La primera cuestión es: ¿Qué anhelamos?
¿Ser héroes o heroínas?
¿Exploradores?
¿Ermitaños?
¿Vivir como millonarios?
Tan esclavizado es no poder serlo nunca,
como serlo siempre. Basta un día, un instante,
para demostrarnos a nosotros mismos –y si se
tercia a los demás- de lo que somos capaces;
sin reprocharnos no haberlo intentado antes.
No olvidemos prepararnos para tomar tierra
tras el salto y encarrilarnos de nuevo en una
vida que hemos de cuestionar si la elegimos
nosotros o nos elige ella. No está claro.
Como comprendió nuestro tren, sólo hemos
de liberarnos de un deseo a base de cumplirlo
en pequeña medida, para no quedar colgados
entre ensoñación y realidad:
“Desde ese día, el tren que quería volar
fue completamente feliz y se olvidó de
ser un pájaro o un avión. Entendió que
lo suyo era ser un tren de carga y
sonreía cuando alguien decía que para
un tren era imposible volar.”
Cuídate de aterrizar