San Agustín fue uno de los filósofos más prolíficos de su época, escribiendo extensamente sobre filosofía, teología, derecho, historia y literatura. Sus obras más famosas fueron sus Confesiones, una autobiografía en la que describe sinceramente su vida y conversión al cristianismo. Antes de convertirse, enseñó literatura y filosofía con gran éxito. Sus doctrinas sobre la gracia fueron aceptadas por la Iglesia Católica. La Iglesia honra su memoria el 28 de agosto