Este documento discute los estereotipos y generalizaciones sobre las personas con síndrome de Down. Señala que etiquetarlos con características como alegres y sumisos crea expectativas limitadoras y prejuicios. También explica que aunque tienen menos iniciativa e inhibición, muestran constancia y tenacidad. El documento concluye enfatizando la importancia de que las personas con síndrome de Down expresen su propia voz.