El documento describe un experimento para medir la viscosidad de diferentes fluidos usando un viscosímetro de bola descendente. Se midió el tiempo que tardaban las bolas de acero en caer a través de aceite de motor, jabón y glicerina a diferentes temperaturas. Usando la ley de Stokes, se calculó la viscosidad cinemática de cada fluido y se compararon los resultados experimentales con los teóricos, encontrando un error del 23%. El documento concluye que este método no es muy preciso para medir viscosidad.