La columna vertebral está formada por 32-34 vértebras que protegen la médula espinal y permiten el movimiento del tronco. Entre las vértebras hay discos intervertebrales compuestos de un núcleo gelatinoso y un anillo fibroso. La columna se divide en cinco regiones y su flexibilidad depende de la migración del agua en los discos a lo largo del día.
2. LA COLUMNA VERTEBRAL
GENERALIDADES:
La columna vertebral o raquis es el eje
central del tronco. Está formado
principalmente por 32 a 34 vértebras
superpuestas. Entre las vértebras se encuentra
una estructura cartilaginosa denominada
disco intervertebral.
3. LA COLUMNA VERTEBRAL
Las funciones de la columna vertebral son:
a) Proteger las funciones de la estructura de la estructura cilíndrica que aloja en su
interior (médula espinal) dotarla de flexibilidad.
b) Permitir el movimiento del tronco en todas las direcciones posibles.
c) Soportar el peso de tres estructuras diferentes (la cabeza, las extremidades
superiores y el mismo tronco). Es una función de soporte.
d) Suministrar inserciones a grupos musculares para mantener estática la columna.
e) Amortiguar la acción de las cargas, absorbiendo la acción y disminuyendo
traumático de lesión.
4. LA COLUMNA
VERTEBRAL
El raquis se subdivide en 5 regiones:
Zona cervical (7 VC),
Zona dorsal o torácica (12 VD),
Zona lumbar (5 VL),
Zona sacra (5 VS),
Zona coccígea (3 a 5 VCC)
5. LA COLUMNA VERTEBRAL
Composición estructural.
COMPOSICIÓN DE LA COLUMNA:
Como hemos comentado la columna vertebral
está constituida por los CUERPOS
VERTEBRALES y entre ellos el DISCO
INTERVERTEBRAL.
6. LA COLUMNA VERTEBRAL
El disco intervertebral.
El disco intervertebral consta de 2 partes:
Una parte central, el núcleo pulposo (N).
Es una gelatina transparente, que contiene
un 88% de agua. Se han identificado
también otros elementos como: sulfato de
condroitina mezclada con proteínas, cierto
tipo de ácido hialurónico y keratosulfato. A
nivel histiológico, el núcleo contiene fibras
colágenas y células conjuntivas y raras
aglomeraciones de células cartilaginosas.
7. LA COLUMNA VERTEBRAL
El disco intervertebral.
Una parte periférica, el anillo fibroso (A),
constituido por una sucesión de capas
fibrosas concéntricas, cuya oblicuidad está
cruzada cuando se pasa de una capa a la
contigua. Las fibras son verticales a la
periférica y cuanto más nos aproximamos al
centro, más oblicuas son. En el centro, en
contacto con el núcleo las fibras son casi
horizontales y describen un largo trayecto
helicoidal para ir de una cara a la otra. De este
modo el núcleo se halla encerrado como en
un aposento inextensible, entre las caras
vertebrales por arriba y por abajo, y el anillo
fibroso.
8. LA COLUMNA VERTEBRAL.
La migración del agua en el núcleo.
Bajo la influencia del peso del cuerpo en posición
erecta (35), el agua contenida en la sustancia
gelatinosa del núcleo pasa a través de los orificios de
la carilla vertebral hacia el centro de los cuerpos
vertebrales. Esta presión estática se mantiene
durante el día; a últimas horas de la noche, el núcleo
está claramente menos hidratado que al comenzar la
mañana. De ello se deduce que el espesor del disco
ha disminuido sensiblemente. En un sujeto normal,
esta pérdida de espesor acumulado en la altura total
del raquis puede alcanzar los 2 cm.
9. LA COLUMNA VERTEBRAL.
La migración del agua en el núcleo.
De modo inverso, en el curso de la
noche, en decúbito dorsal (36) los
cuerpos vertebrales no sufren ya la
presión axial debida a la gravedad ,
tan sólo la del tono muscular , muy
relajado por el sueño. En este
momento, la hidrofilia del núcleo
atrae el agua que vuelve a él desde
los cuerpos vertebrales. El disco
entonces recobra su grosor inicial. La
flexibilidad raquídea es mayor al
comienzo de la jornada.
10. LA COLUMNA VERTEBRAL.
Amplitudes globales del raquis. LA FLEXIÓN.
FLEXIÓN TOTAL (FT)
110º
FLEXIÓN LUMBAR
60º
FLEXIÓN DORSO-LUMBAR
105º
FLEXIÓN CERVICAL
40º
11. LA COLUMNA VERTEBRAL.
Amplitudes globales del raquis. LA EXTENSIÓN.
EXTENSIÓN TOTAL (FT)
140º
EXTENSIÓN LUMBAR
35º
EXTENSIÓN DORSO-LUMBAR
60º
EXTENSIÓN CERVICAL
75º
13. LA COLUMNA VERTEBRAL.
Amplitudes globales de la FLEXIÓN LATERAL del raquis.
FLEXIÓN LATERAL TOTAL
75º a 85º
FLEXIÓN LATERAL LUMBAR
20º
FLEXIÓN LATERAL DORSAL
20º
FLEXIÓN CERVICAL
35 a 45º
15. LA COLUMNA VERTEBRAL.
Amplitudes globales de ROTACIÓN del raquis.
LA ROTACIÓN AXIAL ENTRE LA
PELVIS Y EL CRÁNEO ES
90º a 95º
ROTACIÓN AXIAL LUMBAR
5º
ROTACIÓN AXIAL DORSAL
35º
ROTACIÓN AXIAL CERVICAL
45 a 50º
17. LA COLUMNA VERTEBRAL.
Músculos posteriores del tronco.
LOS MÚSCULOS POSTERIORES DEL TRONCO ESTÁN DISTRIBUIDOS EN TRES
PLANOS, DE LA PROFUNDIDAD A LA SUPERFICIE:
PLANO PROFUNDO:
- Transverso espinoso (1).
- Mm interespinosos (2).
- Espinoso dorsal (3).
- Dorsal largo (5).
- Iliocostal (6).
PLANO MEDIO:
- Serrato posterior inferior y
superior (4).
PLANO SUPERFICIAL.
- Dorsal ancho (7).
18. LA COLUMNA VERTEBRAL.
Músculos posteriores del tronco.
Serrato postero
inferior (4)
Espinoso
dorsal (3)
Dorsal
largo (5)
Dorsal
Ancho (7)
Transverso
Espinoso (1)
Transverso
Espinoso (1)
Espinoso
dorsal (3)
Mm.
Interespinosos (2)
Iliocostal(6)
22. LA COLUMNA VERTEBRAL.
Músculos posteriores del tronco.
La acción de los músculos posteriores es
esencialmente la extensión del raquis lumbar y
dorsal (*).
27. LA COLUMNA VERTEBRAL.
Los músculos de la pared abdominal:
El enderezamiento de la lordosis lumbar.
El enderezamiento de las curvas raquídeas se origina a nivel de la
pelvis. La corrección de la anteversión de la pelvis se obtiene
mediante la acción de los músculos extensores de la cadera: la
contracción de los isquiotibiales (I.T) y, sobre todo del glúteo mayor
(G) determina la oscilación de la pelvis hacia atrás y restablece la
horizontalidad de la línea biespinosa.
El papel más importante en la corrección de la hiperlordosis lumbar
lo desempeñan los músculos del abdomen y, en particular, los rectos
mayores (R.A). Por tanto basta con contraer los glúteos mayores y los
rectos mayores para obtener un enderezamiento de la lordosis
lumbar.
28. LA COLUMNA VERTEBRAL.
Diferentes tipos de hernia discal.
Con el efecto de la presión axial, la sustancia del núcleo pulposo puede fluir
en diferentes direcciones. Si las fibras del anillo fibroso son aún resistentes,
la hiperpresión puede determinar el hundimiento de las superficies
vertebrales (“hernia intraesponjosa”).
Cuando las fibras del anillo fibroso empiezan a degenerarse pueden
producirse desgarros intrafasciculares y entonces la sustancia del núcleo
puede pasar a través del anillo.
Estas efusiones pueden ser concéntricas, aunque más a menudo son
radiales.
Las efusiones anteriores son más raras. Sin embargo las efusiones
posteriores son muy frecuentes, sobre todo en sentido
29. LA COLUMNA VERTEBRAL.
Diferentes tipos de hernia discal.
Cuando un disco se aplasta, una parte de la sustancia del núcleo fluye ya sea hacia
delante o bien hacia atrás, y puede así llegar al borde posterior del disco y aflorar bajo
el ligamento vertebral común posterior (LVCP).
(A): aún permaneciendo ligada al núcleo puede quedar bloqueada bajo el LVCP. En este
caso todavía es posible hacerla volver a su albergue en el núcleo mediante tracciones
vertebrales.
(B): A menudo hunde el LVCP y puede quedar libre en el interior del canal vertebral, es
la hernia discal llamada “libre”.
(C): La efusión del núcleo queda bloqueada bajo el LVCP, y las fibras del anillo se cierran
entonces detrás de ella, impidiéndole toda posibilidad de retorno.
(D): En otros casos , tras haber alcanzado la cara profunda del LVCP la hernia puede
deslizarse ya sea hacia arriba, ya sea hacia abajo. Se trata entonces de una hernia
migratoria subligamentosa.
30. LA COLUMNA VERTEBRAL.
Hernia discal y mecanismo de la compresión radicular.
La hernia discal aparece en general, tras un esfuerzo de
levantamiento de una carga, con el tronco inclinado hacia delante.
La masa herniaria queda bloqueada bajo el LVCP. En este mismo
momento sobreviene un intenso dolor en la región lumbar
(lumbago).
Si se producen episodios idénticos y repetidos, la hernia
aumentará de volumen y hará cada vez más protrusión hacia el
conducto raquídeo. Provocará una compresión en la raíz nerviosa y
la aparición de dolores en el territorio de la misma e incluso,
posteriormente, trastornos de los reflejos (p.e. el aquileo) y
trastornos motores.
31. KAPANDJI, I.A. (1981) Cuadernos de Fisiología Articular.
Cuaderno III. Tronco y raquis. Barcelona. Ed: Toray-Masson s.a.
PUTZ, R. ; PABST, R.(1994) Sobotta. Atlas de anatomía
humana. Madrid. 20ª edición. Editorial Médica Panamericana.
BIBLIOGRAFÍA.