El teatro romano heredó rasgos del teatro griego pero introdujo elementos distintivos. Los teatros romanos se construyeron en piedra y tenían un graderío dividido en secciones según clase social. Los actores representaban las obras usando máscaras y calzado especial para ser vistos y oídos. El público asistía en un ambiente festivo llevando comida y bebida. Autores como Plauto escribieron comedias que parodiaban la sociedad romana y aún se representan en festivales actuales.