El documento discute los objetivos de la educación a través del tiempo, con un enfoque actual en desarrollar las capacidades de los estudiantes. Explica que las capacidades tienen valor intrínseco, valor propedéutico para aprendizajes futuros, y un carácter funcional para la vida diaria. Los objetivos educativos actuales se enfocan en desarrollar competencias a través de capacidades en áreas como la comunicación, matemáticas, ciencia, tecnología, aprendizaje autónomo, habilidades sociales y culturales.
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TEMA 2. CAPACIDADES
1. CURRICULO
1. Fundamentación psicológica y pedagógica del currículo. Aportaciones de Psicología y Ciencias de la Educación al
diseño curricular en sus distintos niveles. CURRÍCULO
2.- Las capacidades como objetivo de la educación. Sus distintos aspectos: valor intrínseco, valor propedéutico,
carácter funcional en relación con la vida cotidiana. OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN
2.- Las capacidades como objetivo de la educación. Sus distintos
aspectos: valor intrínseco, valor propedéutico, carácter funcional en
relación con la vida cotidiana.
INTRODUCCIÓN
Los objetivos de la educación están, siempre, referidos simultáneamente a los
individuos y a las sociedades. El desarrollo de los individuos implica el
desarrollo social. O, a la inversa, el progreso de las sociedades requiere
individuos más completos, más desarrollados. Aquí vamos a centrarnos en el
aspecto individual.
La educación es una actividad más difícil de medir que otras. El referente de
medida es el objetivo que persigue. Respecto a la sociedad, la educación
siempre pretende lo mismo: crear individuos que se puedan adaptar a ella. Con
respecto a los alumnos, la educación también pretende siempre lo mismo: el
desarrollo. Pero cómo se concibe ese desarrollo es algo que ha ido cambiando
a lo largo de la historia.
En este tema describimos el objetivo de la educación, a lo largo del tiempo y en
sus distintas vertientes.
LAS CAPACIDADES COMO OBJETIVO DE LA EDUCACIÓN
Cuando la obligatoriedad de la enseñanza no estaba generalizada, el objetivo
de la educación era la memorización literal de los contenidos de aprendizaje.
No se cuestionaban las capacidades implicadas. Representación de dichos
aprendizajes eran las enciclopedias, iguales en todos sitios.
Cuando se inició y consolidó el modelo tecnológico del currículo, las
enseñanzas se distribuían en objetivos jerarquizados; lo importante era
estructurarlos bien para que se supiera qué actividades contribuían a qué
objetivos y dichos objetivos específicos a qué otros de rango superior
correspondían, y así sucesivamente.
Le enseñanza estaba centrada en promover conductas, y la evaluación se
hacía en base a esas conductas. Posteriormente, con los avances de la
psicología y algunos absurdos derivados de la concepción basada en la
conducta, se cambió de considerar centrales las conductas a considerar
centrales las capacidades.
La capacidad es la potencialidad para hacer algo. Un docente experto puede
distinguir fácilmente entre conducta y capacidad. Para realizar esta distinción,
tenemos que recordar otros conceptos: ritmo de maduración individual (que
2. supone que se posponga la conducta sin que esto tenga un significado
respecto al aprendizaje); prerrequisitos de los aprendizajes (sin los cuales
parece que no puede desarrollarse una capacidad, cuando no es así);
consideración integral del alumno (un alumno puede parecer que no es capaz
porque en algún ámbito de su desarrollo hay problemas), aspectos que no se
alcanzan por condicionamientos sociales (como el clásico déficit de las clases
deprivadas en el lenguaje).
Actualmente, damos un paso más y hablamos de competencias. Las
competencias son la plasmación de esas potencialidades de las que hablamos
al hablar de capacidades. Los dos conceptos están íntimamente unidos: se
necesita ser capaz para ser competente; la capacidad se demuestra siendo
competente.
Los fines de la educación están desarrollados en términos de capacidad:
El pleno desarrollo de la personalidad y de las capacidades de los alumnos. I
La educación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales, en la igualdad de derechos y
oportunidades entre hombres y mujeres y en la igualdad de trato y no discriminación de las personas con
discapacidad.
P
La educación en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de
convivencia, así como en la prevención de conflictos y la resolución pacífica de los mismos.
P
La educación en la responsabilidad individual y en el mérito y esfuerzo personal. I
La formación para la paz, el respeto a los derechos humanos, la vida en común, la cohesión social, la
cooperación y solidaridad entre los pueblos así como la adquisición de valores que propicien el respeto hacia
los seres vivos y el medio ambiente, en particular al valor de los espacios forestales y el desarrollo sostenible.
P
El desarrollo de la capacidad de los alumnos para regular su propio aprendizaje, confiar en sus aptitudes y
conocimientos, así como para desarrollar la creatividad, la iniciativa personal y el espíritu emprendedor.
p
La formación en el respeto y reconocimiento de la pluralidad lingüística y cultural de España y de la
interculturalidad como un elemento enriquecedor de la sociedad.
F
La adquisición de hábitos intelectuales y técnicas de trabajo, de conocimientos científicos, técnicos,
humanísticos, históricos y artísticos, asícomo el desarrollo de hábitos saludables, el ejercicio físico y el deporte.
F
La capacitación para el ejercicio de actividades profesionales. P
F
La capacitación para la comunicación en la lengua oficial y cooficial, si la hubiere, y en una o más lenguas
extranjeras.
F
La preparación para el ejercicio de la ciudadanía y para la participación activa en la vida económica, social y
cultural, con actitud crítica y responsable y con capacidad de adaptación a las situaciones cambiantes de la
sociedad del conocimiento.
F
SUS DISTINTOS ASPECTOS: VALOR INTRÍNSECO, VALOR PROPEDÉUTI-
CO, CARÁCTER FUNCIONAL EN RELACIÓN CON LA VIDA COTIDIANA.
Estas tres facetas de la capacidad están íntimamente relacionadas.
3. Por un lado, las capacidades tienen un valor intrínseco, ya que añaden
cualidades al sujeto que las adquiere. Hay algunas cuyo valor intrínseco es
muy alto.
Hay capacidades que tienen un gran valor propedéutico, o preparatorio de
aprendizajes, experiencias, actividades… futuras.
Otras son de naturaleza eminentemente práctica, es decir, tienen un carácter
funcional en relación con la vida cotidiana.
CONCLUSIÓN
El reconocimiento de que eran las capacidades el verdadero objetivo de la
educación supuso un gran avance en el panorama del currículo.
Ahora, el reto está en el manejo que se haga de las competencias educativas,
recuperadas de un panorama educativo cada vez más indiferenciado (porque la
escuela ha sido tan comprensiva que ha bajado enormemente sus exigencias
básicas) para salvaguardar, precisamente, los aspectos básicos de los
contenidos del currículo. Lo que la escuela siempre debe enseñar.
Comunicación lingüística.
Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología.
Competencia digital.
Aprender a aprender.
Competencias sociales y cívicas.
Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.
Conciencia y expresiones culturales.