La evaluación en educación infantil tiene como objetivo mejorar la intervención educativa y valorar el funcionamiento del centro para mejorar la calidad de la enseñanza. Debe ser un proceso global, continuo, formativo, cualitativo, contextualizado e individualizado. Incluye técnicas como la observación, entrevistas y cuestionarios para evaluar tanto el proceso de aprendizaje como de enseñanza. La evaluación debe informar a las familias de manera clara y orientar su actuación, respetando la privacidad del niño.