1. CONCLUSIONES
La mayoría de los programas de la primera infancia (0-5 años de edad) en
Latinoamérica se concentra en la nutrición y salud del bebe. La educación
inicial y el preescolar entre los primeros años 3-5 (el tiempo más crítico) es
menudo descuidada. Durante nuestro investigación era difícil encontrar
programas con un foco central en educación temprana antes del inicio de la
escuela primaria. En países de desarrollo donde los niños mueren de
enfermedades, desnutrición y la falta de saneamientos es prudente mantener a
los niños vivos antes del comienzo de cualquier programa de educación. Por lo
tanto, como muestran las conclusiones un programa integrada de salud y
educación es la mejor opción. Desafortunadamente muchos países no tienen
los recursos para incorporar ambos.
Cuando comparamos los tres estudios de caso – Oportunidades, Hogares
Comunitarios y las instituciones en Chile – vemos resultados similares. La
adición de estímulos educativos durante los primeros años de un niño tiene
efectos positivos en el futuro del niño. En teoría estos efectos positivos
incluyen un proceso educativo más largo, una reducción de delitos y más
oportunidades para las madres. Aunque no existen estadísticos concretos,
podemos concluir que la primeria infancia tiene efectos positivos en la sociedad
en total. Cuando invertimos en el desarrollo del niño, estamos invirtiendo en
capital humano. Y cuando invertimos en capital humano, estamos invirtiendo
en el desarrollo del país.
Aunque los resultados son positivos, por el momento son más indicativos que
concluyentes. Debemos aceptarlos con precaución. Hay varios variables
incontrolables que no podemos medir. Por ejemplo, en los programas pilotos es
posible que las familias que se inscriban en el programa son ya motivadas. En
esencia, son autoseleccionadas. Sí quieren participar en el programa, ya dan
muestras de un deseo para mejorar su vida. Esto deseo, o capacidad, a su vez
será transferido a los niños. Un otro problema es que es imposible distinguir
cuales logros son un resultado del programa y cuales son un resultado del
2. avance natural de desarrollo. Es más que probable que los logros se deban a
una mezcla de factores funcionan en conjunto.
En conclusión, existen pocos estudios que han evaluado los efectos de
educación temprana o preescolar aislada de otros partes del programa. Por
eso hay pocos datos concluyentes. Todos los programas diversos –
transferencias monetarias condicionadas, programas de visitas al hogar,
cuidado de los niños, preescolar nacional, etc. – sirven a las familias con
vulnerabilidades socioeconómicas, pero difieren en sus objetivos específicos y
influyen en el desarrollo del niño a través de diversos mecanismos. Se
necesitan nuevas estrategias de investigación y de análisis alternativo para
entender cómo el programa de la educación de la primera infancia puede
apoyar el desarrollo de los niños pobres en Latinoamérica.
RECOMENDACIONES
La Atención Temprana es un ámbito de intervención prioritario para cualquier
niño que presente alguna alteración en su desarrollo. Los beneficios para el
menor y para su familia son indudables, y constituye un derecho reconocido y
explicitado en los sistemas de protección aplicables en España, como ocurre
en la Convención Internacional de los derechos de las personas con
discapacidad (ONU, 2006). Existe evidencia científica que pone de manifiesto
el impacto de la Atención Temprana en el desarrollo positivo de las habilidades
adaptativas. Actualmente es posible afirmar que la Atención Temprana puede
favorecer la inclusión escolar y producir mejoras en competencias personales,
como el lenguaje o las habilidades cognitivas y socioemocionales. En nuestra
sociedad actual, gracias a Internet, el ciudadano medio tiene al alcance de su
mano una ingente cantidad de información sobre una infinidad de temas, entre
ellos una amplia variedad de propuestas de intervención con menores con
TEA, de lo más dispares entre sí. Poder diferenciar entre ellas las más
adecuadas, se convierte a menudo en un reto más para las familias.
3. CONCLUSIONES
La mayoría de los programas de la primera infancia (0-5 años de edad) en
Latinoamérica se concentra en la nutrición y salud del bebe. La educación
inicial y el preescolar entre los primeros años 3-5 (el tiempo más crítico) es
menudo descuidada. Durante nuestro investigación era difícil encontrar
programas con un foco central en educación temprana antes del inicio de la
escuela primaria. En países de desarrollo donde los niños mueren de
enfermedades, desnutrición y la falta de saneamientos es prudente mantener a
los niños vivos antes del comienzo de cualquier programa de educación. Por lo
tanto, como muestran las conclusiones un programa integrada de salud y
educación es la mejor opción. Desafortunadamente muchos países no tienen
los recursos para incorporar ambos.
Cuando comparamos los tres
estudios de caso – Oportunidades,
Hogares Comunitarios y las
instituciones en Chile – vemos
resultados similares. La adición de
estímulos educativos durante los
primeros años de un niño tiene
efectos positivos en el futuro del
niño. En teoría estos efectos
positivos incluyen un proceso
educativo más largo, una reducción
de delitos y más oportunidades para las madres. Aunque no existen
estadísticos concretos, podemos concluir que la primeria infancia tiene efectos
positivos en la sociedad en total. Cuando invertimos en el desarrollo del niño,
estamos invirtiendo en capital humano. Y cuando invertimos en capital
humano, estamos invirtiendo en el desarrollo del país.
Aunque los resultados son positivos, por el momento son más indicativos que
concluyentes. Debemos aceptarlos con precaución. Hay varios variables
incontrolables que no podemos medir. Por ejemplo, en los programas pilotos es
4. posible que las familias que se inscriban en el programa son ya motivadas. En
esencia, son autoseleccionadas. Sí quieren participar en el programa, ya dan
muestras de un deseo para mejorar su vida. Esto deseo, o capacidad, a su vez
será transferido a los niños. Un otro problema es que es imposible distinguir
cuales logros son un resultado del programa y cuales son un resultado del
avance natural de desarrollo. Es más que probable que los logros se deban a
una mezcla de factores funcionan en conjunto.
En conclusión, existen pocos estudios que han evaluado los efectos de
educación temprana o preescolar aislada de otros partes del programa. Por
eso hay pocos datos concluyentes. Todos los programas diversos –
transferencias monetarias condicionadas, programas de visitas al hogar,
cuidado de los niños, preescolar nacional, etc. – sirven a las familias con
vulnerabilidades socioeconómicas, pero difieren en sus objetivos específicos y
influyen en el desarrollo del niño a través de diversos mecanismos. Se
necesitan nuevas estrategias de investigación y de análisis alternativo para
entender cómo el programa de la educación de la primera infancia puede
apoyar el desarrollo de los niños pobres en Latinoamérica.
RECOMENDACIONES
La Atención Temprana es un ámbito de intervención prioritario para cualquier
niño que presente alguna alteración en su desarrollo. Los beneficios para el
menor y para su familia son indudables, y constituye un derecho reconocido y
explicitado en los sistemas de protección aplicables en España, como ocurre
en la Convención Internacional de los derechos de las personas con
discapacidad (ONU, 2006). Existe evidencia científica que pone de manifiesto
el impacto de la Atención Temprana en el desarrollo positivo de las habilidades
adaptativas. Actualmente es posible afirmar que la Atención Temprana puede
favorecer la inclusión escolar y producir mejoras en competencias personales,
como el lenguaje o las habilidades cognitivas y socioemocionales. En nuestra
sociedad actual, gracias a Internet, el ciudadano medio tiene al alcance de su
mano una ingente cantidad de información sobre una infinidad de temas, entre
5. ellos una amplia variedad de propuestas de intervención con menores con
TEA, de lo más dispares entre sí. Poder diferenciar entre ellas las más
adecuadas, se convierte a menudo en un reto más para las familias.
ANEXOS