El documento describe la estrategia de océano azul aplicada por The Body Shop para crear un nuevo mercado de cosméticos naturales y sostenibles. La fundadora Anita Roddick aprovechó una oportunidad al explorar este mercado poco explotado, enfocándose en la conservación ambiental, derechos humanos y protección animal. Estos principios generan un valor agregado que atrae a clientes que comparten los mismos intereses, permitiendo que The Body Shop obtenga una ventaja competitiva.