El documento discute cómo las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) están afectando la enseñanza, la relación entre docentes y estudiantes, y los roles del docente y el estudiante. Argumenta que las TIC son solo herramientas y que los cambios dependen de cómo los docentes y estudiantes las utilizan para apoyar un buen proyecto pedagógico. También enfatiza la necesidad de formación continua para los docentes a medida que evolucionan las tecnologías.

1. Docentes y alumnos:
oficios en debate
• ¿La integración de tecnologías está modificando la
enseñanza?
• ¿Las TIC cambian la relación entre docentes y
alumnos?
• ¿En qué medida las tecnologías introducen
cambios en el oficio del docente y en el oficio del
alumno?

2. ¿La integración de tecnologías está modificando la enseñanza?

3. La enseñanza sólo es capaz de modificarla el maestro. Tal como
expresa Rebeca Anijovich: “las Tics (en educación) no son buenas o
malas, lo importante es definir un buen proyecto pedagógico” y que
las nuevas tecnologías acompañen ese proyecto.
La línea en espiral que significa todo aprendizaje comienza con la
enseñanza ofrecida por el maestro, atravesando lo actual, lo real y la
información disponible. Las aulas se convierten en lugares
susceptibles de incorporar a las tics como una herramienta más,
capaces de producir diversión pero también de alimentar el
despliegue de destrezas que permitan al estudiante apropiarse de
esos conocimientos que le servirán para la vida misma.

4. ¿Las TICs cambian la relación entre docentes y alumnos?

5. Las tics no sólo cambian la relación entre docentes y alumnos,
sino que median la relación entre personas.
Particularmente en la escuela, “Los docentes que se forman
hoy tienen tecnología incorporada, los docentes en ejercicio
están aprendiendo ahora, junto con sus alumnos“ (Rebeca
Anijovich). En este sentido, Sandra Nicastro enfatiza la
necesidad de la formación permanente, seguir aprendiendo
para seguir enseñando, porque hoy “tenemos más
instrumentos de tecnología que capacidad para usarlos”
(Emilio Tenti Fanfani).

6. ¿En qué medida las tecnologías introducen cambios en el oficio
del docente y en el oficio del alumno?

7. Es difícil pensar que las Tics por sí solas introduzcan cambios
en el oficio de ser docente y en el de ser alumno.
Cecilia Sagol expresa que “la tecnología representa una
herramienta o metodología más para el docente, nuevos
modos de encontrarnos y de producir conocimientos”.
Los cambios dependen de la capacidad de las personas
(enseñante o aprendiente) de producirlos. Quién tiene el
saber en las aulas dependerá de la capacidad del maestro
para aprender aquello que no sabe, y de la destreza del
alumno para que, aún sabiendo más que su maestro pueda
transformar ese conocimiento que se le intenta transmitir en
posibilidad de acción, en saber.

8. Tal como transmite Myriam Southwell, “aún queda pendiente
de qué manera mostrar que hay aprendizajes con las Tics y qué
producen allí (en la escuela), en relación al aprendizaje”.
Que las Tics son la solución a los problemas de la escuela, es un
mito (Emilio Tenti Fanfani), que en ocasiones provocan
fascinación o bien, rechazo, es una gran verdad.
El desafío es encontrar un punto medio capaz de permitirnos
hacer un uso racional de ellas y que junto a un sólido proyecto
pedagógico, colabore en la adquisición de aprendizajes
significativos para nuestros alumnos.
En conclusión…