El documento discute cómo los medios de comunicación modernos han creado un "torrente mediático" que inunda nuestra experiencia con un exceso de información y entretenimiento. Este torrente se centra más en satisfacer las emociones que en informar, y ha llevado a las personas a ver el dinero como un fin en sí mismo y a adoptar actitudes cínicas e indolentes. También ha hecho que las personas se vuelvan nómadas dependientes de la tecnología portátil y ha difuminado las líneas entre la vida privada y pública.