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Concepto de masa marta caballero
1. Marta Caballero Fernández-Valencia
Teorías de la comunicación. Trabajo individual.
Concepto de Masa
Conceptos como «comunicación de masas», «cultura de masas», «sociedad de
masas»... son para nosotros conceptos tan familiares como desconocidos. En algún momento
de nuestra vida hemos escuchado estas expresiones, pero ¿sabemos realmente de qué
hablamos cuando hablamos de «masa»? ¿Desde cuándo utilizamos este término y a qué se
refiere?
No hay una definición universal que defina la masa en el ámbito comunicativo, pues
depende de la visión subjetiva de cada autor. No obstante, sí que podemos buscar las raíces
de este concepto y saber más sobre su denotación original.
A finales del siglo XIX, existían distintos medios de comunicación de masas (entre
ellos los periódicos, la radio, la televisión) accesibles solamente a clases adineradas. En la
primera mitad del siglo XX, con la Revolución Industrial, las clases subalternas pudieron
introducirse en la vida pública gracias a la industrialización del proceso de difusión de estos
medios, lo que conseguía hacerlos más económicos y más fáciles de adquirir para estas
clases. De este modo comienza una cultura asociada al consumo; busca un público
consumidor para obtener un beneficio económico.
Tal como nos dice Alberto Abruzzese en su Cultura de masas, “Algunos leyeron en
este fenómeno el signo de la progresiva decadencia de la cultura”. Al recibir todo el mundo
la misma información, comienza a usarse el término masa para definir a un público
prácticamente homogéneo. Las diferencias entre baja cultura y alta cultura tienden a
desaparecer. Hasta aquel momento, nos dice el autor, la cultura se difundía de forma
piramidal: un grupo selecto impone la moda y se extiende poco a poco hasta la base. Pero la
sociedad de masas adopta un modelo que Moles llama «cultura mosaico», en la que
diferentes culturas conviven, se mezclan desde la cumbre hasta la base.
Por otro lado, Wright nos define la
masa como “toda la colectividad de
individuos que es afectada por el proceso
comunicativo, una masa homogénea,
vulnerable, sin apenas vínculos entre sí y
que queda expuesta a la voluntad de los
medios de comunicación, unos medios que
ejercen un poder comunicativo por encima
del de los individuos”. Wright destaca,
pues, la condición manipulable de la
sociedad de masas, una idea ligada a la
teoría de la Aguja Hipodérmica (o Bala
Mágica): la capacidad manipuladora de los medios de comunicación mediante la propaganda
(reflexión de Harold Lasswell en "Técnicas de propaganda en la guerra mundial").
En esta sociedad, descrita por unos como la democratización de la cultura o la ruina
de ésta por otros, comienzan a surgir los bienes culturales de forma masiva. Es lo que
Theodor Adorno y Max Horkheimer llaman «industria cultural».
2. Adorno explicaba esto en su texto La industria cultural: “Los comerciantes culturales
de la industria se basan, como dijeron Brecht y Suhrkamp hace ya treinta años, sobre el
principio de su comercialización y no en su propio contenido y su construcción exacta. Toda
la praxis de la industria cultural aplica decididamente la motivación del beneficio a los
productos autónomos del espíritu”. El arte, las tradiciones y la cultura de una zona
comienzan a venderse como si se trataran de un bien de consumo o una moda, como nos dijo
Alberto Abruzzese.
El papel que toman los medios de comunicación desde entonces es esencial para la
difusión de toda esta información. La cultura de masas es un fenómeno esencialmente
comunicativo; sin los medios de comunicación no hay cultura de masas. “El concepto
“masa” está ligado al de comunicación; o, para ser más exactos, a la capitalización de la
comunicación. La masa resulta inconcebible sin la imbricación del relato y el capital. Pero
al mismo tiempo, pone de manifiesto los límites del propio concepto “comunicación”. La
masa apunta a la superación de las formas comunicativas in praesentia (del padre al hijo,
del maestro al alumno, del cura a los feligreses, del orador a un público limitado)
vinculándose claramente con las formas in absentia. Es el fruto de la mediación técnica –de
la reproductibilidad técnica, en términos benjaminianos– aplicada a la transmisión de
mensajes. Tarde sostenía a principios del siglo XX que el público –comunidad de recepción
más o menos simultánea de los mismos mensajes– era una creación de la prensa.” (P.
Carrera, ¿Qué se hizo de las masas?).
El avance de los medios de comunicación está
unido al desarrollo de la tecnología. Según autores como
Writhe, la comunicación de masas se da cuando toda
una estructura social forma parte en el proceso de
comunicación, el cual afecta a toda la sociedad y sus
diferentes ámbitos, como la política, la economía y la
cultura. Con la llegada de Internet, la difusión de la
información que hasta entonces nos parecía a gran
escala, se multiplica en todos los sentidos. Nos
encontramos información instantánea, accesible en
cualquier momento y en cualquier lugar. Sin embargo,
otro aspecto a destacar y que no se considera tan
positivo es el exceso de información. Una misma noticia
contada desde muchos puntos de vista diferentes,
interpretada y reinterpretada varias veces, lleva al
consumidor de cultura a mostrarse escéptico o confuso
ante la información que pueda obtenerse de estos medios.
Según Manuel Castells (Internet y la sociedad red), la expansión y el crecimiento de
la red ha favorecido a nuestra sociedad, la sociedad de la información. Internet ha hecho que
todos formemos parte de un proceso comunicativo que abarca, literalmente, todos los
sectores, llegando a depender la riqueza de un país de su acceso a la información, un
información que cobra un valor estratégico dentro de todas las sociedades. Del mismo modo,
explica, la desigualdad entre países desarrollados y no desarrollados aumenta, por el simple
hecho de acceso a esta información.