La radiación solar influye en los organismos terrestres al proporcionar beneficios como la vitamina D y estimular el metabolismo, aunque una exposición excesiva puede ser perjudicial. Los seres vivos deben mantener un ambiente interno constante a través de la homeostasis, que es la capacidad de los organismos de adaptarse y mantener el equilibrio a pesar de los cambios ambientales, lo que les permite sobrevivir en un entorno variable.