El Congreso de México quería imponer un impuesto del 30% a los servicios de telecomunicaciones e internet en 2010. Esto provocó una fuerte reacción en contra en internet y redes sociales, especialmente en Twitter, donde los usuarios expresaron su desacuerdo con la propuesta bajo el hashtag #internetnecesario. Los cibernautas argumentaron que el impuesto aumentaría la brecha tecnológica en México.