La lectura no debe entenderse como una habilidad mecánica sino como un proceso cognitivo que implica desarrollar destrezas mentales. Existen tres concepciones de la lectura: la lingüística que es positivista, la psicolingüística que relaciona lo dicho y comunicado con esquemas de conocimiento, y la sociocultural que ubica la lectura en el contexto de cada comunidad y su literacidad.