Un episodio depresivo mayor se caracteriza por al menos dos semanas de estado de ánimo deprimido o pérdida de interés en actividades, acompañado de cuatro o más síntomas adicionales como cambios en el apetito, sueño, energía o pensamientos recurrentes de muerte. Los síntomas causan un deterioro significativo en el funcionamiento de la persona y deben ser nuevos o peores que antes. El trastorno depresivo mayor implica uno o más episodios depresivos mayores sin historia de episodios maníacos.