Los tratados de paz firmados luego de la Primera Guerra Mundial impusieron duras condiciones a los países derrotados. Cinco tratados principales - Versalles, Saint Germain, Trianon, Neuilly y Sèvres - establecieron pérdidas territoriales, reparaciones de guerra y limitaciones militares para Alemania, Austria, Hungría, Bulgaria y Turquía. Los 14 puntos de Wilson sirvieron como base para la formación de los tratados y la nueva organización de Europa luego de la guerra.