Movilidad Urbana en la Región Metropolitana de Lima
Un réquiem para los semáforos de lima metropolitana
1. Un réquiem para los semáforos de Lima Metropolitana
Desde que un 4 de agosto de 1914 se instalara el primer semáforo moderno en
Cleveland, Estados Unidos, inventado por Garrett Augustus Morgan, este aparato ha
servido como un dispositivo vital e irremplazable para regular el tráfico de vehículos y
el tránsito de peatones y constituye un componente básico del Subsistema de Control
Semafórico Centralizado y elemento importante de la Logística de la Movilidad o de los
Centros de Regulación y Control del Tránsito.
Aunque su evolución ha sido bastante notoria, desde su invención- los primeros
semáforos sólo contaban con luces rojas y verdes e incorporaba un emisor de
zumbidos para indicar la preferencia entre el tráfico vehicular y peatonal- hasta en la
actualidad que incorporan en su fabricación elementos que le aportan ahorro de
energía y de mantenimiento, pero lo más importante, se han convertido en parte
fundamental de los Sistemas de Transporte Inteligente, que representan la unión entre
los avances en tecnología de información y los sistemas de comunicación con los
vehículos y redes de infraestructura vial.
El subsistema de control semafórico centralizado establece en tiempo real una
coordinación entre intersecciones semaforizadas de la ciudad de manera que se eviten
cuellos de botella y por ende disminución de los tiempos de desplazamiento.
Este sistema permite la operación con distintos planes de tráfico precalculados, en
función del día de la semana, la hora y de la intensidad del tráfico en cada una de las
vías estructurantes de la movilidad metropolitana, favorece los desplazamiento con
origen y destino en las periferias urbanas, la accesibilidad en zonas que concentran
centros generadores de viajes, facilita y reduce los niveles de vulnerabilidad en los
desplazamientos peatonales, etc.
La administración de este sistema por los Centros de Control de Tráfico, permite
planificar y gestionar en tiempo real las denominadas "olas verdes" y la coordinación
semafórica en una determinada vía estructurante de la movilidad metropolitana, de
manera que se desarrolle una movilidad continua, fluida, segura, con menos emisiones
vehiculares de gases contaminantes.
En este contexto, parece que en Lima Metropolitana el tiempo se hubiera detenido,
porque tenemos semáforos que tienen una antigüedad que fluctúa entre los 20 y 30
años, que en su mayoría no funcionan o funcionan parcialmente o en su defecto son
reemplazados por policías de tránsito. La mayoría de estos semáforos fueron
diseñados por General Electric en el año 1956 utilizando el estilo Art Deco. Es en este
sentido en el que se plantea el título del presente artículo, un réquiem es una misa por
el alma de un difunto, es este caso, los semáforos de Lima.
El subsistema de control semafórico centralizado simplemente no existe como tal en
Lima Metropolitana o es muy embrionario, la gestión del tráfico es desarrollada a
través de la sincronización de los semáforos denominados “inteligentes”, que cambian
de acuerdo a un tiempo establecido, no en tiempo real y no existe mayor coordinación
entre las pocas intersecciones semaforizadas. En el Callao se ha experimentado
algunos cambios y avances en esta materia, instalándose semáforos inteligentes que
2. siguen el modo sincronizado basado en el sistema VIVD (Sistema de Detección de
Vehículos por Video), este sistema es alimentado por la información del tránsito
enviada por los detectores de flujos de tránsito instalados en las intersecciones claves
y que sirven como punto base para determinar el ciclo de control, el intervalo y la
compensación, para de esta manera hacer más fluida y segura los desplazamientos
vehiculares. Esto se cumple muy parcialmente en esta provincia constitucional, ya que
el área que abarca el sistema de control semafórico centralizado es en el área central,
descuidando vías estructurantes de la movilidad, como la Av. Néstor Gambeta, Av.
Elmer Faucett, etc.
El sistema de control semafórico centralizado funciona a través de detectores de bucle
instalados en la calzada, principalmente uno por carril y son interconectados mediante
canalizaciones hacia un equipo de control local y este a su vez conectado a través de
la línea de interconexión telefónica hacia la central de control semafórico. Los
semáforos vehiculares, peatonales y de Ciclovías, también son conectados al equipo
de control local, desde donde se gestionará convenientemente su operación.
Se estima que una intersección debidamente equipada con los componentes físicos
del sistema de semaforización electrónica se encuentra alrededor de los 80 mil dólares
en promedio, esto considera obras civiles, equipamiento (semáforos, detectores,
cables, postes, etc.) y equipo de control local. En Lima Metropolitana, incluyendo el
Callao, hasta el año 2004 se apreciaban 710 intersecciones semaforizadas, en
promedio con equipos obsoletos, sin mantenimiento periódico y la mayoría en mal
estado de funcionamiento o siendo reemplazadas por policías de tránsito en las horas
punta.
Las velocidades promedios en horas punta por debajo de los 10 km/h, congestión del
tránsito por el flujo vehicular que sale o entra al área central, conflictos entre buses,
combis, Coaster, taxis y autos particulares, bloqueo de intersecciones por vehículos
que doblan a la izquierda, conflictos de fusión y divergencia de o hacia vías
secundarias sin semaforización, etc., son los problemas más notables que genera esta
ausencia del sistema de semaforización centralizado.
Algunos especialistas plantean la construcción de un metro para Lima Metropolitana
con un costo que bordea los 24,000 millones de dólares, cuando tenemos un
aproximado de 1 millón de vehículos entre particulares y de servicio público que
circulan todos los días y que son los que básicamente desencadenan los problemas
de congestionamiento vehicular, debido a la inoperancia de los semáforos
principalmente en las vías estructurantes de la movilidad metropolitana. Invertir en
estas intersecciones nos arroja una cifra aproximada de 21 millones de dólares.
Una solución a corto plazo es la de invertir en un sistema de control semafórico
centralizado adecuado para nuestra ciudad, para lograr de manera eficiente la
administración, gestión y planificación del tráfico que hoy en día desarrollamos, debido
a nuestras necesidades de desplazamiento, a fin de asegurar una movilidad
metropolitana sostenible.