Este documento discute los beneficios y desventajas del uso de videojuegos y herramientas digitales educativas. Señala que los videojuegos pueden enseñar a asumir riesgos, ofrecer retroalimentación, ser interactivos y enseñar valores como la tolerancia y la solidaridad. Sin embargo, también advierte que los niños deben sentirse libres de equivocarse y que los videojuegos deben presentarse como juego en lugar de actividad de aprendizaje.