Este documento trata sobre los estados de conciencia y el efecto de las drogas. Explica que la conciencia es un proceso cambiante que puede encontrarse en diferentes niveles o estados como la vigilia, el sueño y estados alterados inducidos por drogas o hipnosis. También describe los diferentes enfoques sobre la relación mente-cerebro, las características de la conciencia, y los métodos para medir y estudiar los sueños y sus fases. Finalmente, clasifica las drogas y explica cómo pueden afectar los estados de la
La memoria permite retener experiencias pasadas y, según el alcance temporal, se clasifica convencionalmente en: memoria a corto plazo (consecuencia de la simple excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente), memoria a mediano plazo y memoria a largo plazo (consecuencia de un reforzamiento permanente de la sinapsis gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las proteínas correspondientes). El hipocampo es la parte del cerebro relacionada a la memoria y aprendizaje. Un ejemplo que sustenta lo antes mencionado es la enfermedad de alzheimer que ataca las neuronas del hipocampo lo que causa que la persona vaya perdiendo memoria y no recuerde en muchas ocasiones ni a sus familiares.
La memoria permite retener experiencias pasadas y, según el alcance temporal, se clasifica convencionalmente en: memoria a corto plazo (consecuencia de la simple excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente), memoria a mediano plazo y memoria a largo plazo (consecuencia de un reforzamiento permanente de la sinapsis gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las proteínas correspondientes). El hipocampo es la parte del cerebro relacionada a la memoria y aprendizaje. Un ejemplo que sustenta lo antes mencionado es la enfermedad de alzheimer que ataca las neuronas del hipocampo lo que causa que la persona vaya perdiendo memoria y no recuerde en muchas ocasiones ni a sus familiares.
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Trata de la influencia social en los individuos analizando aspectos como la conformidad, la obediencia a la autoridad y la influencia de las minorías. Por otra parte, desarrolla el tema de los grupos, sus características, el liderazgo, los conflictos en el grupo. La tercera parte trata sobre la agresión y la conducta altruista para terminar con el tema de la Diversidad social, cultural y de género.
Concepto de Personalidad. Teorías de la personalidad: el psicoanálisis de Freud, la teoría de la identidad personal, teoría de los rasgos y los tipos, teoría humanista, teoría del aprendizaje social. Evolución de la personalidad. Trastornos de la personalidad.
Motivación y emoción es el tema número 13 de Psicología de 2º de Bachillerato. La pirámide de las necesidades humanas de Abraham Maslow. Las emociones humanas. Teorías de la conducta emocional.
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El pensamiento como actividad mental, unidades de pensamiento, tipos de razonamiento, falacias, pensamiento lateral, pensamiento creativo, pensamiento crítico, estrategias de conocimiento: cognitivas, motivacionales y metacognitivas. Distorsiones del pensamiento.
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Concepto General de ESTADO.
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En esta segunda entrega, el periódico Tierra se adentra en la operación «Inherent Resolve», una de las dos en las que participa el Ejército de Tierra en Irak. Personal de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra y del Mando de Operaciones Especiales forman parte de la coalición internacional para la lucha contra el Dáesh.
Este documento presenta una guía para encontrar soluciones a problemas complejos. Explica qué es un problema público, cómo podríamos definir un problema público, cómo podríamos definir un problema público de forma innovadora, cómo podríamos resolver un problema público con herramientas de pensamiento sistémico, sistemas complejos y pensamiento sistémico: ¿con qué herramientas contamos?
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1. Estados de conciencia y drogas
1
Unidad 5. Estados de conciencia y drogas
Contenido
Introducción ........................................................................................................................1
1. La metamorfosis de la conciencia ...................................................................................2
1.1 El problema cerebro-mente ...................................................................................2
A. Dualismo...............................................................................................................2
B. Monismo ..............................................................................................................2
C. Emergentismo .......................................................................................................3
1.2 ¿Qué es la conciencia? ...........................................................................................3
Las características principales de la conciencia son:.........................................................3
1.3 Los niveles de conciencia.......................................................................................4
1.4 Estados alterados de conciencia. ............................................................................5
2. Los sueños ....................................................................................................................6
2.1 Técnicas de registro del sueño. ...............................................................................6
2.2 Fases del sueño .....................................................................................................7
2.3 Trastornos del sueño .............................................................................................8
2.4 La teoría de los sueños de S. Freud. ...................................................................... 11
3. La hipnosis.................................................................................................................. 12
4. Las drogas psicoactivas ................................................................................................ 13
4.1 ¿Qué son las drogas? ........................................................................................... 13
4.2 Factores que influyen en los efectos de su consumo ............................................. 13
4.3 Clasificación y efectos de las drogas...................................................................... 14
A. Clasificación según la dependencia que producen.................................................. 14
B. Las drogas según sus efectos en el SNC ................................................................. 14
Introducción
William James señaló que la conciencia no es una cosa fija, sino un proceso, una
“corriente” o flujo de conocimiento cambiante.
Buena parte de nuestra vida la pasamos en un estado consciente de vigilia. Existen
otros estados de conciencia como el sueño, la hipnosis y la producida por las drogas
que difieren de la conciencia normal.
2. Estados de conciencia y drogas
Los psicólogos distinguen entre estados de conciencia alternativos (dormir, soñar,
estar enfermo) y estados de conciencia alterados debidos a la meditación, la
hipnosis o las drogas.
2
Las drogas tanto si son orgánicas como sintéticas, antiguas o modernas,
estimulantes, narcóticas o alucinógenas, las drogas tienen cierto efecto
psicoactivo, es decir, alteran los estados de la mente, cambian las percepciones,
afectan al estado de ánimo y modifican el comportamiento.
1. La metamorfosis de la conciencia
Tener conciencia implica que los seres humanos conocemos nuestras percepciones,
pensamientos y sentimientos y podemos explicárselos a los demás.
1.1 El problema cerebro-mente
El sueño de los neuropsicólogos es comprender qué es la mente. La neurociencia
investiga la estructura y organización del cerebro humano y de los procesos
mentales… Los estudios en este campo se pueden dividir en tres teorías: dualismo,
monismo y emergentismo.
A. Dualismo
Los dualistas consideran que el cerebro y la mente son dos entidades
independientes que pueden interactuar o no, pero que tienen características
diferentes. El cerebro es material y espacial, puede conocerse mediante la
percepción externa, pero no tiene conciencia ni es intencional. En cambio, La
mente es inmaterial, no ocupa espacio y solo se puede captar por la percepción
interna (privada y subjetiva), es intencional y en ella reside la conciencia.
Esta postura es defendida por Platón, Descartes y ha sido ratificada por el premio
Nobel John Eccles en la obra escrita junto con Karl Popper, El yo y el cerebro
(1985). Estos autores rechazan el determinismo físico a favor de la libre voluntad.
La objeción más corriente al dualismo es que contradice la conservación de la
energía: si la mente no tiene existencia física, ¿cómo puede iniciar cambios físicos
en el cerebro?
B. Monismo
Los monistas rechazan la división entre cerebro y mente. Francis Crick, premio
Nobel por su descubrimiento del ADN con James Watson, en “La búsqueda
científica del alma”, reivindica que la mente y su atributo más misterioso, la
conciencia, no son más que el resultado del trabajo de las neuronas organizadas. La
mente depende de la actividad cerebral.
Puedes consultar esta página para saber más
3. Estados de conciencia y drogas
3
http://lasteologias.wordpress.com/2010/01/06/un-cientifico-francis-crick-asegura-que-el-
alma-tiene-una-explicacion-bioquimica/
http://www.aceprensa.com/articulos/1994/nov/23/el -dr-crick-y-su-cerebro/
C. Emergentismo
Los emergentistas afirman que la actividad mental emerge de los procesos
físico-biológicos, pero no se reduce a ellos. Roger Sperry, premio Nobel de
Medicina en 1981 establece que la conciencia emerge de la organización cerebral.
Las técnicas de neuroimagen nos permiten penetrar en el cerebro donde se forman
el pensamiento, las emociones y la conciencia de lo que somos.
1.2 ¿Qué es la conciencia?
La mente es el conjunto de los procesos mentales. Es una actividad, un proceso
que posee estas tres características: Intencionalidad (hacer referencia a un
objeto o contenido), conciencia y carácter representacional.
La conciencia es un hecho central de la existencia humana, porque sin ella todos los
demás aspectos de nuestra vida -la percepción, el pensamiento o la emoción- serían
imposibles.
La conciencia es una experiencia subjetiva del conocimiento de uno mismo y de
la realidad. Está formada por experiencias del mundo exterior (imágenes, sonidos,
colores, sensaciones de frío y de calor), experiencias del mundo interior (fantasías,
recuerdos y sueños), y experiencias mentales y emotivas (asombro, dolor, felicidad,
odio y temor).
La conciencia es el conocimiento que nos permite ejercer un control voluntario y
comunicar a otros nuestros estados mentales y emocionales. (William James)
Paul Churchaland afirma que las capacidades psicológicas, entre ellas la conciencia,
dependen de los mecanismos neurobiológicos que las realizan.
Las características principales de la conciencia son:
Implica la memoria a corto plazo.
Es independiente de las entradas sensoriales.
Exige atención dirigible
Tienen la capacidad de realizar interpretaciones alternativas de datos
complejos o ambiguos.
Desaparece en el sueño profundo.
Reaparece al soñar, al menos en una forma cambiada o deslavazada.
Encubre modalidades sensoriales básicas distintas en una experiencia
singular unificada.
4. Estados de conciencia y drogas
4
La conciencia no está en un lugar concreto del cerebro, sino que se encuentra
distribuida por toda la corteza cerebral en forma de redes de neuronas
interconectadas y jerarquizadas.
1.3 Los niveles de conciencia
La conciencia es una propiedad emergente de la actividad eléctrica del cerebro
de interconectar neuronas que intercambian mensajes electroquímicos.
La conciencia se refiere a la aptitud para comprender, valorar o reflexionar sobre
un hecho, una cosa o persona determinada. Es el conocimiento subjetivo que
tenemos del mundo y de nosotros mismos, y acompaña todas nuestras impresiones y
acciones.
Hay dos formas de procesar la información: el pensamiento vigil y el pensamiento
onírico.
El pensamiento vigil (consciente) nos permite percibir a las personas, los
acontecimientos y lugares como reales y significativos; significa estar lúcido y
dirigir nuestra conducta.
El pensamiento onírico (inconsciente), que se origina durante el sueño, tiene una
pérdida de la conciencia y de las exigencias del mundo externo.
Todos los seres humanos experimentamos distintos estados de conciencia, que
pueden surgir después de escalar una montaña, escuchar música clásica o tener una
relación sexual. Sin embargo, hay estados de conciencia que difieren de la
conciencia “normal” y se producen por la fatiga, la meditación, la hipnosis o el
consumo de drogas.
Jean Delay y Pierre Pichot describen siete estados de conciencia, que se pueden
medir con el electroencefalograma:
Nivel 1. Vigilancia excesiva. Vigilancia exagerada y concentración
extremas. El individuo está muy activado por vivenciar emociones
intensas.
Nivel 2. Vigilancia atenta. Pensar con intensidad y muestra atención
selectiva a los estímulos ambientales.
Nivel 3. Estado relajado. Atención flotante y no focalizada,
produce asociaciones libres del pensamiento y desciende su
conciencia del mundo.
Nivel 4. Ensoñación. Sumergirse en pensamientos que tienen poco
que ver con el ambiente en que nos encontramos o la actividad que se
está realizando.
5. Estados de conciencia y drogas
Nivel 5. Sueño ligero. Pérdida de la conciencia del mundo externo y
5
la imaginación visual y auditiva es intensa, pero diferente a la que se
da en los sueños.
Nivel 6. Sueño profundo. Consiste en la pérdida de la conciencia de
los estímulos externos y en la imposibilidad de recordar los
contenidos de la conciencia.
Nivel 7. Estado de coma. Incapacidad de reacción ante estímulos
externos; no hay actividad motora ni uso del lenguaje. Provocado por
traumas cerebrales, agentes tóxicos, ataques epilépticos o
accidentes de trabajo.
1.4 Estados alterados de conciencia.
Sueños, hipnosis, alucinaciones, meditación, experiencias psicodélicas….En la vida
pasamos por estados de conciencia alternativos, experiencias diferentes de la
vigilia, soñar o delirar por fiebre alta y estados de conciencia alterados,
provocados por uno mismo, como prácticas yoga, la embriaguez o el consumo de
drogas.
A veces, la vida nos enoja o nos aburre y queremos huir de la tiranía de lo
cotidiano (la rutina). No nos gusta perder el control excepto en el acto sexual, las
fiestas, el misticismo religioso al probar alguna droga, y aun en esos casos lo
aceptamos solo porque creemos que podemos volver rápidamente a ser quienes
somos.
Los estados alterados de conciencia pueden originar estas consecuencias:
Alteraciones del pensamiento. Se puede experimentar una diversa
graduación de los procesos cognitivos: atención, memoria y capacidad de
juicio. Así se puede confundir la fantasía con la realidad.
Pérdidas de la noción del tiempo. Se puede sentir que el tiempo transcurre
rápidamente o que está detenido.
Pérdida de control. Las personas rígidas e inflexibles tienen miedo a
perder el control de su vida, mientras que otras abandonan toda sensación
de autocontrol y toman drogas alucinógenas (LSD, mescalina).
Cambio en la expresión de las emociones. Hay personas que padecen
alexitimia, son “autistas emocionales”, incapaces de mostrar alguna emoción
por las cosas; otros lo hacen de forma violenta.
Alteraciones perceptivas y cambios en la imagen corporal. Las personas
que se encuentran bajo la influencia de LAD o tienen un brote
esquizofrénico pueden sufrir distorsiones perceptivas, alucinaciones y
6. Estados de conciencia y drogas
6
delirios. Los sujetos con doble personalidad también muestran estas
alteraciones.
Cambio en el sentido o significado. Cuando alguien está borracho o
soñando, puede creer haber hallado el sentido último de la vida; sin
embargo, después de la resaca o al despertar, esas creencias se
desvanecen.
Sugestionabilidad. Un sujeto en trance hipnótico es capaz de actuar sin
percatarse de lo que hace. Los sujetos no recuerdan de forma clara qué han
hecho, sentido o pensado.
2. Los sueños
El conocimiento de los sueños ha despertado gran interés, ya que constituyen la
tercera parte de nuestra vida. El sueño es una necesidad básica de nuestro
organismo. El sueño se puede definir como un estado en el que se adopta una
postura determinada, con pocos movimientos y sin respuestas a los estímulos, es
cíclico (se produce 1 vez cada 24 horas) y tiene una duración de varias horas.
Durante el sueño se producen importantes cambios fisiológicos de la actividad
cerebral, una disminución de las funciones corporales y cambios en la conciencia.
Mientras soñamos, el pulso se acelera, la presión sanguínea y la respiración se
hacen irregulares, y desaparece el tono muscular. No sabemos por qué soñamos.
El sueño puede ser una respuesta a los acontecimientos externos, manifestar las
preocupaciones y sentimientos del soñador o para satisfacer deseos o emociones
no resueltos en la vida del que sueña.
2.1 Técnicas de registro del sueño.
Podemos reconocer y registrar las ondas que produce y sabemos a qué estado
psicológico responde cada una de ellas.
1929. Psiquiatra alemán Hans Berger inventó el electroencefalógrafo, instrumento
que registra las “ondas cerebrales” clasificadas según su frecuencia o ciclos por
unidad de tiempo. Hertz (Hz). Mide los potenciales globales del cerebro.
El registro de los sueños se realiza con estos parámetros electrofisiológicos:
Electroencefalograma (EEG): mide la actividad eléctrica cerebral, ya
que los impulsos nerviosos transmitidos por las neuronas son
electroquímicos.
Electrooculograma (EOG). Mide movimientos oculares.
Electromiograma (EMG): mide toel tono muscular.
Oximetría: mide la cantidad de oxígeno en la sangre.
7. Estados de conciencia y drogas
7
La frecuencia de potenciales eléctricos del cerebro varía según el nivel de
activación de la persona (frecuencia es el número de oscilaciones por segundo).
Durante el día, en el estado de vigilia, son frecuentes las oscilaciones más rápidas
(ondas beta, de 14 a 30 Hz), y durante la noche, en el estado de sueño profundo,
son características las ondas delta, de 0.5 a 4 Hz.
Los datos aportados por un EEG sirven para diferenciar tipos de crisis epilépticas
o predecir los efectos debidos a lesiones cerebrales, y también se utilizan en la
definición legal de la muerte.
2.2 Fases del sueño
La investigación sobre la fisiología del sueño comienza con Nathaniel Kleitman y
Eugene Aserinsky cuando descubrieron el sueño SOR (sueño de movimientos
oculares rápidos) en 1952 y demostraron que el sueño supone un patrón de
respuesta fisiológica muy complejo y variable. Sabemos por el EEG que los sueños
no constituyen un proceso homogéneo y continuo, sino que atraviesan varias fases
alternas:
Fase I (transición de la vigilia al sueño). En este período, con ondas
cerebrales de 4 a 7 Hz y que representa el 5% del tiempo de sueño, se produce una
disminución del latido cardíaco, los músculos del cuerpo se relajan y la respiración
se vuelve irregular. Las personas despertadas en esta fase creen que no se han
dormido.
Fase II (sueño ligero). En esta fase aparecen ondas delta que señalan un
sueño más profundo, en el que desciende la temperatura corporal. En el EEG se
observan ondas lentas y se manifiestan los husos del sueño: ráfagas de ondas
regulares de 12 a 14 Hz (parecen marcar el límite verdadero del sueño), y
complejos K, que son ondas lentas de baja frecuencia y amplitud elevada,
producidas como respuesta a algún estímulo interno (digestión) o externo (sonido
del teléfono). Las personas despertadas en los cuatros minutos siguientes a la
aparición de los husos dicen que estaban dormidas.
Fase III (sueño profundo). Se observa que no hay movimientos oculares y
que los músculos siguen relajados y emergen husos mezclados con ondas lentas
delta (menos de 4 Hz).
Fase IV (sueño más profundo). A la persona soñadora es muy difícil
despertarla y, cuando se intenta, aparece desorientada. El sueño profundo dura
una hora aproximadamente, y después de pasar un tiempo en la fase IV se regresa
a las fases III, II y I. En esta etapa pueden presentarse problemas del sueño,
como el sonambulismo o hablar dormido.
8. Estados de conciencia y drogas
8
El análisis de las ondas cerebrales señala dos estados básicos del sueño:
- SOL, sueño de ondas lentas, que corresponde a las fases I, II, III, y IV.
- SOR, (REM: rapid eye movements), sueño de movimientos oculares rápidos,
también llamado paradójico.
Durante la noche se producen de cuatro a seis ciclos de unos 90 minutos que se
dividen en dos fases cada uno:
- Primera fase de sueño lento, 80% del tiempo.
- Segunda fase de sueño rápido o fase REM, con movimientos rápidos del ojo
y que contiene imágenes oníricas.
Dejar a alguien sin los sueños de ondas lentas produce cansancio y una reducción
del ritmo vital, e impedirle dormir durante la fase de sueño REM origina un estado
de intolerancia e irritabilidad.
2.3 Trastornos del sueño
Las alteraciones del sueño más características son las siguientes:
Insomnio. Es el trastorno del sueño más frecuente y se caracteriza por la
dificultad de iniciar o mantener el sueño. El insomnio puede ser causado por
factores biológicos (uso de estimulantes) o psicológicos (habituarse a ver la
TV en el dormitorio). Hay insomnio transitorio o crónico. El transitorio es
debido al estrés, los cambios de horario del trabajo, crisis emocionales…El
crónico se debe a problemas orgánicos o psicológicos, trastornos
psiquiátricos, con migrañas nocturnas o por tomar fármacos depresores del
SNC.
El psicólogo Gualberto Buela-Casal ha propuesto un modelo conductual para
tratar el insomnio. El tiempo total y la estructura del sueño están determinados
por el ritmo circadiano (¿cuándo duerme el sujeto?), el organismo (¿cómo
duerme?), la conducta (¿qué hace para dormir?) y el ambiente (¿dónde
duerme?).
Apnea del sueño. Durante el sueño la respiración se detiene durante 20
segundos o más, hasta que la persona se despierta un poco, traga aire y se
vuelve a dormir.
Narcolepsia. Son ataques de sueño diurnos, repentinos e irresistibles, que
pueden durar desde unos minutos hasta media hora e implican pérdida de
fuerza muscular (cataplexia) y, a veces, alucinaciones visuales o auditivas.
Sonambulismo. Consiste en levantarse de la cama cuando se está dormido. El
sonámbulo mantiene los ojos abiertos y fijos, puede inspeccionar el
9. Estados de conciencia y drogas
9
ambiente evitando los objetos encontrados a su paso. Hay que evitar
despertar al sonámbulo, sólo conducirle a la cama.
Pesadillas nocturnas. Son sueños terroríficos, comunes en niños y
adolescentes, que les provocan angustia y sobresaltos, sin contenido onírico,
por lo que no dejan recuerdo.
Somniloquio. Consiste en hablar o emitir sonidos durante el sueño. No es un
signo de desorden patológico.
Bruxismo (rechinar de dientes). Suele aparecer en las dos primeras fases
del sueño y, a pesar del ruido producido, el niño no se despierta.
Extraído del internet
“Las pesadillas infantiles y los Terrores nocturnos se engloban dentro de los Trastorno s del Sueño y
concretamente en el grupo de las Parasomnias.
Se denominan parasomnias a aquellos trastornos del sueño caracterizados por acontecimientos o
conductas anormales asociadas al sueño, a sus fases específicas o a los momentos de transición sueño -
vigilia.
Normalmente no constituyen trastornos importantes pero sí que pueden ser objeto de asesoramiento o
intervención psicológica por los efectos secundarios que pueden producir en el niño (miedo a dormirse, a
la noche, a conciliar el sueño sólo, irritabilidad, ansiedad, etc.).
Diferencias entre Pesadilla y Terror Nocturno
PESADILLAS TERRORES NOCTURNOS
Normalmente el niño se despierta durante el
episodio y recuerda el contenido del sueño.
A pesar de que puede incorporarse de la cama e
incluso llorar o gritar, resulta muy difícil
despertarle. No recordará nada.
Los contenidos del sueño recordados son muy
elaborados.
Contenidos inexistentes o muy vagos del episodio.
Durante los episodios no suelen aparecer
movimientos ni vocalizaciones ya que no existe tono
muscular. En el caso de que aparezca alguna
palabra o grito indica el final de la pesadilla.
Pueden aparecer verbalizaciones y/o vocalizaciones
por la presencia de tono muscular.
Al despertarse: sensación de miedo y ansiedad
asociadas al recuerdo de las imagenes oníricas.
Se experimenta una intensa ansiedad con gran
activación autonómica.
Aparecen en la fase de sueño REM. Aparecen en el sueño No REM.
Suelen darse en la segunda mitad de la noche. Se dan en la primera mitad de la noche.
Inicio entre los 3 y 6 años. Inicio entre los 4 y 12 años.
Suelen remitir a medida que el niño se hace mayor. Suelen desaparecer con el tiempo y normalmente
no precisan tratamiento farmacológico.
10. Estados de conciencia y drogas
10
Pesadillas Infantiles
Se trata de uno de los trastornos más frecuentes en la infancia. Podemos definirlo como un sueño largo
muy elaborado, con riqueza de detalles y que provoca en el niño una fuerte sensación de ansiedad, miedo
o terror. El contenido de los mismos es muy variado pero siempre existe un componente de peligro para
la integridad física del niño. Por lo general no hacen referencia a situaciones reales (salvo en aquellos
niños que han sufrido situaciones traumáticas).
El episodio suele terminar con el despertar del niño, volviendo éste a un estado de plena alerta y con la
sensación de miedo o ansiedad todavía presente.
A diferencia de lo que ocurre con los terrores nocturnos, el niño, normalmente, es capaz de relatar con
todo detalle el sueño, sus personajes, circunstancias y hechos que se han ido sucediendo.
Aunque las pesadillas no suelen suponer un riesgo, por sí mismas, para la salud del niño, sí que pu eden
producir un cierto temor a dormir, en especial, si éstas son frecuentes. Es en estos casos cuando se puede
alterar el patrón de sueño y aparecer secundariamente la somnolencia excesiva, irritabilidad, ansiedad,
etc.
Las pesadillas suelen aparecer en la fase REM y con mayor frecuencia en la segunda mitad de la noche.
Respecto a sus orígenes se han asociado con agentes externos que han provocado inquietud en el niño. A
medida que disminuyen las causas que lo han producido irán desapareciendo. No suelen existir
trastornos psicológicos asociados a las pesadillas sino que normalmente tienen relación con fases
específicas del desarrollo emocional.
Para algunos autores las pesadillas constituyen una expresión del proceso evolutivo de maduración del
sistema psíquico y la puesta en marcha de mecanismos defensivos.
Cuando son muy frecuentes, sí que se ha asociado a niños con un perfil de inseguridad por algún motivo
familiar, escolar u otro.
Son también habituales en niños que han estado separados de sus madres durante un largo periodo de
tiempo o si son hospitalizados.
Según el DSM-IV, la prevalencia oscila entre un 10-50% en niños de 3 a 5 años. El primer episodio suele
aparecer por primera vez entre los 3 y 6 años.
Normalmente estos episodios se superan con la edad y no necesitan ningún tipo de intervención
psicológica.
Orientaciones para superar pesadillas
La pesadilla suele acabar con el niño despierto y con una gran ansiedad o miedo. Veamos ahora algunas
de las orientaciones para actuar en estos casos:
Los padres deben saber tranquilizar a los niños tras el episodio.
Es importante que acudan al dormitorio del hijo y lo escuchen pero sin entrar en demasiado
detalles acerca del contenido del sueño.
No abrumarlo con demasiadas explicaciones de entrada (por ejemplo intentar demostrarle que
los monstruos sólo existen en su imaginación).
Utilice una voz suave y trate de no mostrarse excesivamente preocupado o ansioso por lo que
ha sucedido.
Déle instrucciones en el sentido de que ha tenido una pesadilla mientras dormía y que ya ha
pasado todo.
Si el niño es pequeño o está muy asustado puede valorarse, tras el episodio concreto y su
magnitud, la idoneidad de dejarle dormir en el dormitorio de los padres, o que alguno de ellos lo
acompañe durante algún tiempo mientras trate de conciliar el sueño. También puede dejarse
conectado algún pequeño piloto de luz. De todas formas, estos aspectos deben valorarse en
cada caso para no crear hábitos inadecuados.
Para los niños más mayores (a partir 7 u 8 años) puede funcionar bien que los padres hablen por
la mañana acerca de la pesadilla. Hay que averiguar si hay algo que le preocupa en especial (en
el cole, en casa...).
11. Estados de conciencia y drogas
11
Es importante saber escuchar y/o interpretar las claves de su comportamiento (si han habido
cambios en su conducta habitual contingentemente a la aparición de las pesadillas, etc.)
Explicarle que estos episodios, aunque muy molestos, obedecen a unos procesos normales que
se dan durante el crecimiento y tienen carácter transitorio. Con ello podremos contribuir a
rebajar el nivel de ansiedad asociada al episodio y el temor a que se vuelva a producir.
El hablar sobre lo sucedido en un ambiente calmado y lúdico siempre resulta una gran
herramienta terapéutica. Puede también, según la edad del niño, utilizarse el dibujo como
medio para sacar fuera el miedo y plasmarlo en un papel donde podrá manipular la historia.
Cada niño es diferente y así sucede con la vivencia de la pesadilla, por tanto, deberemos
ajustarnos a las peculiaridades de cada caso.
4- Los Terrores Nocturnos
Los denominados Terrores Nocturnos son menos frecuentes que las pesadillas, no obstante, tienen
también una alta incidencia en la población infantil.
Durante el episodio es habitual que el niño se siente bruscamente en la cama y comience a gritar y llorar
con una expresión facial de terror y signos de intensa ansiedad. A diferencia de lo que sucede en las
pesadillas, no suele despertarse fácilmente a pesar de los esfuerzos de otras personas que tratan de
sacarlo del trance desagradable. Si finalmente se consigue, el niño se muestra confuso, desorientado
durante unos minutos y con una cierta sensación de temor pero no tan acusado como en el caso de las
pesadillas. No hay recuerdo del sueño y si no se ha despertado totalmente vuelve a dormir
inmediatamente sin recuerdo de lo sucedido al día siguiente.
Según DSM-IV, la prevalencia de los terrores nocturnos en población infantil es de 1-6%, siendo más
frecuente en niños.
Normalmente se inicia en niños de edades comprendidas entre 4 y 12 años, remitiendo espontáneamente
durante la adolescencia.
Los terrores nocturnos suelen aparecer en las fases 3 y 4 del sueño No REM, normalmente en la primera
mitad de la noche.
Los niños con terrores nocturnos no presentan una mayor incidencia de trastornos mentales o
psicopatológicos que la población general a diferencia de lo que se suele observar con población adulta.
La tensión emocional y la fatiga parecen incrementar la aparición de estos episodios. Hechos
traumáticos recientes (hospitalizaciones, separación de la madre, muerte ser querido, etc.) son factores
de riesgo que pueden desencadenar y mantener los episodios.
Algunos autores defienden un componente hereditario en los terrores nocturnos e incluso se apuntan
factores genéticos (el 96% de los sujetos de un estudio con terrores nocturnos tenían familiares en
primer, segundo o tercer grado con el trastorno). Sin embargo, esto no debe minimizar la influencia de
los factores externos o ambientales como el estrés, cuya presencia se asocia de forma muy evidente con
algunos de estos episodios.
2.4 La teoría de los sueños de S. Freud.
Sigmund Freud convulsionó el mundo de la psicología con su nueva teoría. En 1900
publicó “La interpretación de los sueños”. No se conocía por entonces la fisiología
del sueño. Aunque los descubrimientos del sueño REM favorecieron el análisis de
los sueños desde la neurología, su idea fundamental (que los sueños revelan
nuestros sentimientos y preocupaciones íntimas) se sigue utilizando en la práctica
psicoanalítica.
12. Estados de conciencia y drogas
12
Para Freud, los sueños son el camino de acceso al inconsciente y una prueba de su
existencia. El inconsciente, con sus leyes y procesos, influye en la constitución y
organización de la vida mental.
¿Qué significan las elaboraciones hechas durante el sueño? ¿Cómo interpretar los
sueños? La interpretación psicoanalítica de los sueños se puede resumir en estas
ideas:
La asociación espontánea. Los sueños se expresan con imágenes y
representaciones, analizar y descifrar su sentido implica la asociación libre
de las ideas del soñador.
Los sueños revelan la existencia del inconsciente. Los sueños son
idealizaciones o la realización de deseos insatisfechos, y revelan de forma
disfrazada y simbólica la vida interior.
Los contenidos del sueño y resistencias del sujeto. Freud distinguió entre
los contenidos manifiestos del sueño (que a veces son auténticos disparates)
y los contenidos latentes (lo que permanece oculto en el inconsciente)
La censura. F. decía que el sueño es el cumplimiento enmascarado de un
deseo reprimido. La censura oculta los deseos prohibidos y modifica los
elementos del sueño de forma arbitraria, sse ejerce contra las tendencias
reprobables desde el punto de vista ético o social, y es la causa de la
amnesia onírica.
Elaboración de los sueños. Intervienen tres elementos:
a) Condensación: fusión de dos o más imágenes oníricas hasta formar un
único símbolo.
b) Desplazamientos: traduce una imagen onírica en otra, de forma similar a
como funcionan las metáforas en el lenguaje.
c) Dramatización: consiste en convertir las ideas y relaciones abstractas
en imágenes visuales: el adulterio se puede representar por la fractura
de una pierna.
Los símbolos oníricos. Los sueños expresan deseos y conflictos disfrazados
como símbolos oníricos (imágenes con un significado profundo).
3. La hipnosis
Es un estado alterado de conciencia caracterizado por una reducción de la
atención y un incremento de la sugestión. Una persona imaginativa es más
sensible a la hipnosis. El procedimiento consiste en dar instrucciones para llevar al
sujeto de su estado de vigilia al estado de trance, sin cambios radicales de sus
sentidos y percepción.
13. Estados de conciencia y drogas
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Existen tres métodos de inducción hipnótica:
Inducción rápida. Se requiere una gran atención del sujeto, y solo funciona
con personas muy sugestionables.
Inducción de fijación. Se pide al sujeto que mire fijamente a un objeto (el
recorrido de un péndulo). Al centrar la atención en este aspecto, el resto de
los estímulos deja de ser relevante.
Inducción con relajación progresiva. El hipnotizador repite verbalizaciones
y sugestiones que facilitan el cansancio de los ojos, la relajación y la
ausencia de temores. Así el sujeto se acerca a un estado hipnótico más
profundo.
Esta técnica terapéutica se utiliza para desarrollar el autoconocimiento y las
capacidades personales, para problemas de salud física(dolor), pérdida de seres
queridos (abandonar el dolor y la rabia), tratamiento de fobias (saber manejar los
miedos irracionales) y en el control de hábitos negativos.
4. Las drogas psicoactivas
Los egipcios, griegos y romanos conocían el opio y otras drogas. Las culturas
precolombinas americanas conocían plantas alucinógenas, visionarias y estimulantes
que utilizaban con fines lúdicos, rituales o terapéuticos. Estos conocimientos eran
imprescindibles para su supervivencia.
Se utilizan con diferentes objetivos: buscar nuevas sensaciones, evadirse de la
realidad, conseguir placer, aliviar el dolor, facilitar la comunicación social o adquirir
nuevas experiencias y conocimientos.
4.1 ¿Qué son las drogas?
Las drogas psicoactivas son sustancias que actúan sobre el sistema nervioso
central (SNC) y afectan a la percepción, los sentimientos y la conducta. La
psicofarmacología es la ciencia que investiga los efectos de las drogas en el cuerpo
y la conducta humana.
Antonio Escohotado afirma que las drogas son sustancias neutras, que pueden
aliviar o matar; no hay drogas mejores ni peores, sino maneras juiciosas y maneras
insensatas de consumirlas.
4.2 Factores que influyen en los efectos de su consumo
Pureza de la droga y composición real.
Características fisiológicas del consumidor.
La personalidad y los motivos del consumidor.
14. Estados de conciencia y drogas
El conocimiento, las experiencias previas y las expectativas sobre la
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droga.
La frecuencia de uso y el ambiente en que se toma.
4.3 Clasificación y efectos de las drogas
Podemos clasificar las drogas según la dependencia que producen o por los efectos
que tienen sobre el sistema nervioso central (SNC).
A. Clasificación según la dependencia que producen.
Antonio Escohotado en su Historia general de las drogas, en términos
farmacológicos distingue tres grupos de sustancias psicoactivas:
1. Fármacos de “paz”: sustancias que prometen alguna forma de paz, por
amortiguar la conciencia moral, como el alcohol o el éter; por analgesia
directa (morfina y codeína); por inducir además euforia (heroína); por
asfixia del cerebro (los neurolépticos); o por simple embrutecimiento
anímico (barbitúricos, sedantes y tranquilizantes tipo Valium). “Paz “cuyo
abuso se paga con adictividad.
2. Fármacos de “energía”. Otorgan una forma de energía, como la cocaína,
el crack, la cafeína. Estas no suelen ser adictivas, pero su abuso resulta
más dañino para el cuerpo, pues su efecto es comparable a un
electrodoméstico cuando aumentamos la tensión eléctrica.
3. Fármacos “visionarios”. Sustancias que proporcionan algún tipo de
“viaje” o “excursión psíquica”, tanto los denominados fármacos menores
(MDMA o éxtasis, drogas de diseño), como los mayores (mescalina, LSD).
Estos fármacos se oponen a la angustia, apatía y rutina. La pervivencia de estos
remedios se explica porque son sustancias idénticas o parecidas a los
neurotransmisores, que transmiten los impulsos nerviosos.
B. Las drogas según sus efectos en el SNC
Las drogas actúan sobre las sinapsis cerebrales estimulando o inhibiendo la
actividad de los neurotransmisores (mensajeros químicos del cerebro). Las
sustancias psicoactivas se pueden agrupar de tres formas diferentes: depresores
del SNC, estimulantes y sustancias psicodélicas.
1. Depresores del SNC
Estas sustancias disminuyen el estado de alerta y aminoran la actividad del SNC.
Disminuyen sus funciones mentales: atención, razonamiento, memoria e
inteligencias. Los depresores más importantes son: alcohol, barbitúricos,
ansiolíticos y opiáceos.
15. Estados de conciencia y drogas
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Alcohol. Es una droga cuyo consumo se estimula por la publicidad y las
tradiciones sociales. No es un estimulante ni tampoco un afrodisíaco, ya que
deteriora el desempeño sexual. Un consumo excesivo produce daños en el sistema
nervioso o en el hígado, interfiere en la percepción de nuestros sentidos y
disminuye la autoconciencia. En los alcohólicos crónicos pude originar delirium
tremens o el “síndrome de Korsakov” (se borra de la memoria cualquier acto
reciente, aunque el individuo pueda recordar su infancia.
Fármacos sedantes (barbitúricos). En dosis bajas tienen un efecto similar
a la embriaguez alcohólica, pero en dosis altas, pueden ocasionar confusión mental
grave o síntomas psicóticos. La sobredosis puede causar el coma o la muerte,
porque produce parálisis de los centros cerebrales, reguladores de la respiración.
Estos sedantes facilitan los efectos sinápticos del neurotransmisor GABA y se
utilizan para inducir el sueño, controlar la epilepsia o como sedantes
preoperatorios.
Fármacos tranquilizantes (ansiolíticos). La ansiedad o tensión nerviosa
supone sentimientos de aprensión e inseguridad que impiden realizar las tareas
cotidianas. A finales de la década de los sesenta, el químico Leo Sternbach
descubrió las benzodiacepinas. Ejemplos el diazepán (Valium) y el clorazepato
(Transilium), que alivian la ansiedad y el miedo, el flunitrazepam (Rohipnol) combate
el síndrome de abstinencia en los heroinómanos.
Opiáceos. El opio es una droga psicoactiva. Las dos sustancias derivadas del
opio más importantes son la morfina y la heroína. La adicción a los opiáceos ha
girado en torno a la heroína que se puso a la venta como medicamento para
combatir la tos (1898).
Los opiáceos producen tolerancia, dependencia física y psicológica. El fármaco más
utilizado para combatir la adicción a los opiáceos es la metadona, que es una
sustancia sintética derivada del opio.
2. Estimulantes del SNC
Estas sustancias producen una activación general del organismo, agilizan el
entendimiento y aumentan el rendimiento mental; también quitan el apetito y
mejoran el estado de ánimo. Las sustancias más usuales son el café, el té, diversos
tipos de refrescos y el chocolate.
Otras sustancias estimulantes más fuertes son las anfetaminas y la cocaína.
Anfetaminas. Actualmente su uso está limitado al tratamiento de la
narcolepsia, la hiperactividad infantil y la sobredosis de fármacos sedantes. Las
16. Estados de conciencia y drogas
anfetaminas aceleran el uso de los recursos corporales y producen gran variedad
de efectos conductuales: aumentan el rendimiento, mejoran el nivel de alerta del
organismo y ayudan a combatir la fatiga. Su consumo prolongado produce
tolerancia, y en dosis elevadas aparece insomnio, pérdida de peso, deterioro de las
condiciones físicas y mentales y se puede generar dependencia física, o psicosis
anfetamínica (los usuarios se sienten amenazados y sufren delirios paranoides).
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Cocaína. Es originaria de Colombia, Perú y Bolivia que se utilizaba para
combatir el hambre y el cansancio. Fue un componente de la famosa bebida
refrescante de cola desde 1886 a 1906, año que se reemplazó por la cafeína.
La cocaína incrementa la actividad de las vías del cerebro sensibles a dos
mensajeros químicos: la noradrenalina (activa el cerebro) y la dopamina (produce
una “oleada” de placer). Provoca sensaciones de euforia, seguridad y bienestar, y
cuando se acaban sus efectos, el sujeto puede sufrir trastornos del sueño,
ansiedad o depresión. Una variedad más barata es el crack que se ha generalizado
peligrosamente.
3. Sustancias visionarias psicodélicas
MDMA (éxtasis). La metilendioximetanfetamina (MDMA) fue descubierta
accidentalmente en 1912 en los laboratorios Merck, la primera investigación en
humano fue en 1976.
El éxtasis también conocido como “Adam” o “X-TC” es una droga sintética con
propiedades alucinógenes. Puede provocar deshidratación, hipertermia (aumento de
la temperatura), tensión muscular, desmayos y escalofríos. También puede causar
confusión, depresión, problemas de sueño, ansiedad y paranoia.
Marihuana y hachís. Sustancias derivadas de la planta de cáñamo Cannabis
sativa. La marihuana se compone de las hojas y las flores de esta planta y el hachís
es un material resinoso raspado de las hojas del cannabis. La principal sustancia
química activa de la marihuana es el tetrahidrocannabinol o THC, un alucinógeno
(altera las impresiones sensoriales) moderado. Las hojas con bajas proporciones de
THC son las que se denominan “grifa” en países como Marruecos; la mezcla picada
de hojas y flores con algo de tabaco es el kif.
Existe alternancia en los efectos subjetivos de la marihuana. Risas, agudeza para lo
cómico, efusión sentimental, desembarazo de inhibiciones personales. También
elementos de aprensión y zozobra, de ir al fondo de las cosas, de saber algo que
debimos hacer y no hicimos.
17. Estados de conciencia y drogas
Diversos estudios han demostrado que la marihuana es eficaz para aliviar la
situación de enfermos graves: es útil para frenar el glaucoma, las náuseas
producidas por la quimioterapia, estimular el apetito en personas con sida y aliviar
los espasmos que se producen en la enfermedad denominada esclerosis múltiple. El
hachís, al debilitar la voluntad, da vía libre a los recuerdos y la imaginación; pasado
y futuro se sobreponen entonces al presente.
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Sustancias psicodélicas. El término psicodélicas (“ilustradores” de la
psique) fue propuesto por el psiquiatra H. Osmond. LSD (dietilamida del ácido
lisérgico), la mescalina (obtenida del peyote y wemuy utilizada por los indios
mexicanos) y la psilocibina. El LSD fue sintetizado por Albert Hofmann en 1938 a
partir del cornezuelo del centeno.
El movimiento hippie utilizó los alucinógenos como una vía de autoexploración para
acceder al inconsciente, lo que en condiciones normales era imposible.
Las drogas psicodélicas cambian la percepción sensorial y alteran la concepción del
espacio, del tiempo y del sentido del “yo”, refuerzan la sinestesia, es decir, las
transmutación de las sensaciones, es decir, el sonido se puede experimentar como
visión, el tacto como sonido, etc.
Resumen extraído por María Jesús Suárez del libro de Psicología Bachillerato de
José Ignacio Alonso García