Frank Lloyd Wright propuso Broadacre City como una alternativa a las ciudades existentes en respuesta a la Gran Depresión y el aumento del tráfico de automóviles. Su plan consistía en una ciudad dispersa de 6,000 km2 con parcelas de 4000 m2 para 1400 familias de 5 miembros cada una, donde los edificios estarían diseñados de forma orgánica según su función.