la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
Derechos sexuales y reproductivos de los adolecentes
1. DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS DE LOS
ADOLECENTES
FLORES GARCIA ALMA ROSA
VARGAS LANDEROS MONSERRAT ESTEFANIA
GRUPO 201
MAESTRA MENDOZA TERESA
COLEGIO DE BACHILLERES PLANTEL N 1° EL ROSARIO
TURNO MATUTINO
TEC DE LA INFORMACION Y COMUNICACION 2
2. Definición:
Los derechos sexuales o el derecho a la sexualidad hacen referencia al derecho
humano reconocido a expresar la propia sexualidad sin discriminación por motivos
de orientación sexual. El derecho a la sexualidad reconoce el derecho la libertad
de orientación sexual de las personas y su diversidad, ya sea esta heterosexual,
homosexual (lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénico) (LGBT) así como
la protección de esos derechos. El derecho a la no discriminación es la base del
derecho a la sexualidad, pero está estrechamente relacionado con el ejercicio y la
protección de otros derechos humanos fundamentales. Junto a los principios que
se recogen en la legislación internacional sobre derechos humanos los derechos
sexuales y el derecho a la sexualidad también aparecen reflejados en las
declaraciones de la ONU sobre los derechos reproductivos y salud reproductiva.
Es producto de un esfuerzo conjunto de diversas organizaciones de la sociedad
civil y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y basada en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como diversos
instrumentos internacionales y enmarca los siguientes derechos:
En lo que se refiere a la salud sexual y reproductiva (SSR), los principales riesgos
de esta población son:
*El inicio no elegido, involuntario y/o desprotegido de su vida sexual
*La exposición a embarazos no planeados, no deseados, o en condiciones de
riesgo
*La exposición a una infección de transmisión sexual (ITS), cuya expresión más
dramática es el VIH/Sida
En la Carta Magna, dentro de las garantías individuales, se encuentran
garantizados casi todos los derechos que emanan del ejercicio de la sexualidad y
de la reproducción, sin embargo los derechos sexuales, como tales, hasta la fecha
han sido negados, ocultados o soslayados hasta la fecha, bajo el precepto
judeocristiano fomentado por la jerarquía católica de que el ejercicio de la
sexualidad es "válido" y "autorizado" "sólo si su fin último es la reproducción de la
especie.
La sexualidad es un derecho humano por ser una necesidad inalienable a toda
persona. La sexualidad se manifiesta desde que una persona nace hasta que
muere; todos y todas necesitamos satisfacer nuestros deseos sexuales. Éstos son
parte de nuestra identidad cultural, social y sexual. Los derechos humanos son
producto del diálogo entre las naciones, de acuerdos por consenso que se han
formalizado después de las guerras mundiales. Los derechos sexuales y
reproductivos han sido construidos en las últimas décadas del siglo XX y son parte
de los derechos humanos. Las y los adolescentes son sujetos de derecho que
tienen deseos, necesidades y capacidad para decidir y responsabilizarse de sus
actos.
3. Los discursos conservadores que califican como natural el heterosexismo y las
prácticas sexuales como resultado de la vida marital, han limitado y afectado la
sexualidad de las personas, pero con especial énfasis la sexualidad de las
personas jóvenes. Sí bien es cierto que cada población y cultura le da especial
significación al ejercicio de la sexualidad, ha sido principalmente la cultura
occidental judeocristiana quien en buena medida ha aceptado o rechazado
expresiones de la sexualidad que le son inherentes a su diversidad, a través de
discursos conservadores y hegemónicos que permean el ser y el quehacer de las
y los individuos.
Derechos sexuales y reproductivos de la gente joven: Autonomía en la toma
de decisiones y acceso a servicios confidenciales Derechos sexuales y
reproductivos de la gente joven: Autonomía en la toma de decisiones y acceso a
servicios confidenciales1Derechos sexuales y reproductivos de la gente joven:
Autonomía en la toma de decisiones y acceso a servicios confidenciales Derechos
sexuales y reproductivos de la gente joven: Autonomía en la toma de decisiones y
acceso a servicios confidenciales3JÓVENES: AUTONOMÍA Y DERECHO A LA
CONFIDENCIALIDAD BarrosoDirectora Regional Federación Internacional de
Planificación de la Familia Región del Hemisferio Occidental Alrededor de 14
millones de niñas y mujeres menores de 20 años de edad dan a luz cada año
en el mundo1. Se estima también que las adolescentes se someten a 2,5
millones de los aproximadamente 19 millones de abortos inseguros que tienen
lugar anualmente en el mundo en desarrollo.2 Estos datos hablan por sí solos.
Demuestran que los gobiernos y las sociedades deben reconocer a los
jóvenes como personas sexualmente activas y, por lo tanto, garantizarles sus
derechos sexuales y reproductivos mediante políticas, leyes y programas
específicos. Existe en varios países el acuerdo inicial de que es necesario
apoyar el acceso a los servicios de salud entre los jóvenes, así como
disminuir los embarazos y el contagio de las infecciones de transmisión
sexual, pero cuando se piensa en las formas para lograrlo no se encuentran
consensos porque existe una desaprobación y negación constante de la vida
sexual, de los deseos, de la diversidad en orientaciones sexuales y de los nuevos
acuerdos en las relaciones de pareja. Las dificultades son aún más profundas
porque la propia noción de que los jóvenes tienen derechos –en verdad, que los
derechos humanos en general se aplican también a los jóvenes es relativamente
nueva, y solamente fue consagrada internacionalmente por medio de la
Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, ahora ratificada por 191
países. 1 Fondo de Población de las Naciones Unidas. El Estado e la Población
Mundial 2004, Adolescentes y Jóvenes, Principales Cuestiones de Salud y
Desarrollo.2 Shah I y Åhman E, Age patterns of únase abortion in developing
country regions, Reproductive Health Matters, 2004, 12 (Suplemento 24):9–17. 4El
Comité sobre los Derechos del Niño, órgano que vela por el cumplimiento de la
Convención de los Derechos del Niño, ha expresado su preocupación sobre los
altos índices de mortalidad materna, de abortos inseguros, y de la falta de acceso
a servicios de adolescentes para la protección de su salud sexual. La Convención
introduce el principio de las capacidades evolutivas, el cual tiene profundas
4. implicaciones. Dicho principio fue adoptado por la Declaración de Derechos
Sexuales de la Federación Internacional de Planificación de la Familia, al
afirmar que “los derechos y protecciones garantizados para las personas
menores de dieciocho años de edad difieren de los de los adultos y deben tomar
en cuenta las capacidades evolutivas del menor como individuo para ejercer sus
derechos en su propio nombre. “La IPPF comprende que las diferencias entre los
derechos y protecciones garantizadas para las personas jóvenes y los derechos
de las personas adultas se relacionan con todos los aspectos de los derechos
humanos pero requieren de enfoques especiales en relación con los derechos
sexuales. La IPPF/RHO parte de la premisa de que las personas menores de
dieciocho años son titulares de derechos; y que, en diferentes puntos de las
etapas de la infancia, la niñez y la adolescencia, ciertos derechos y protecciones
tendrán mayor o menor relevancia. Bajo el Artículo 5 de la Convención de los
Derechos del Niño, se establece que la dirección y orientación proporcionada por
los padres u otras personas con responsabilidad de la niña o el niño deben tomar
en cuenta sus capacidades de ejercer derechos en su propio beneficio. El
concepto de la capacidad evolutiva requiere un equilibrio entre el reconocimiento
de las y los niños como agentes activos en sus propias vidas, y el derecho a ser
respetados como ciudadanos, como personas y como titulares de derechos con
una autonomía creciente, a la vez que también tienen derecho a la protección
dependiendo de su grado de vulnerabilidad. El concepto reconoce que los niveles
de protección relativos a la participación de los menores de edad en actividades
que puedan causarles daño, disminuirán de acuerdo con su capacidad evolutiva.
El discurso hegemónico y conservador está basado en las normas morales. Todas
las sociedades cuentan con normas morales que definen que conductas son
deseables, permitidas, promovidas y que conductas son indeseables o prohibidas.
Etimológicamente la palabra moral deriva del latín que significa costumbre,
manera, uso o práctica (Delval, 1994),dichas normas morales responden a un
contexto histórico y social específico; lo que antes era permisible ahora es
totalmente reprobable incluso en las normas jurídicas, o bien lo que antes era
indeseable ahora es totalmente común, por ejemplo: no es de sorprendernos que
nuestras abuelas hayan tenido sólo una pareja sexual durante toda su vida,
aunque actualmente eso no suceda en el común de la población joven
La sexualidad es una dimensión constitutiva del ser humano, que se construye y
se vive durante toda la vida, desde nuestro nacimiento. Es mucho más que
relaciones sexuales o genitalidad; es la construcción que hacemos de nosotros
mismos como hombres o como mujeres, a lo largo de nuestro proceso de
desarrollo. Es una condición inherente a todos los seres humanos, y se constituye
en un derecho cuyo disfrute debe ser garantizado por todas las sociedades.
Los derechos y la salud sexual y reproductiva de adolescentes fueron ubicados en
la agenda internacional desde la Conferencia Internacional de Población y
Desarrollo, celebrada en El Cairo en 1994. El Plan de Acción resultante reconoce y
aboga para que los países del mundo den respuestas adecuadas a las
necesidades específicas de adolescentes y jóvenes frente a las dimensiones de la
5. sexualidad y la reproducción, abordándolas desde la perspectiva de los derechos
humanos, sexuales y reproductivos, y no solo desde el riesgo o la enfermedad. Y
aún más allá del terreno de la salud sexual y reproductiva, la concepción de la
sexualidad es entendida como una dimensión del desarrollo y bienestar de los y
las adolescentes, que se nutre del entorno personal, familiar, social y cultural, a la
vez que influye sobre él y lo transforma.
Por su parte, la Conferencia del Milenio, celebrada en el año 2000, sitúa a la salud
sexual y reproductiva como uno de los grandes retos de la humanidad, y como un
indicador del desarrollo de los países. Es así, que su objetivo central de avanzar
en la superación de la pobreza se desagrega en otros objetivos primarios como la
maternidad segura, la prevención del VIH/Sida, la igualdad entre los géneros
-incluida la eliminación de la violencia y/o discriminación contra la mujer-, y la
educación primaria universal, entre otros. Que un país garantice que sus niños,
niñas, adolescentes, jóvenes y adultos puedan construir de manera saludable,
autónoma y enriquecedora sus vivencias de la sexualidad, es una expresión de
cuánto ha avanzado en el respeto y garantía de los derechos humanos, y en la
creación de condiciones para un desarrollo sostenible y humanizado.
Porcentaje de embarazo en la población juvenil
Cada año dan a luz 16 millones de adolescentes en el mundo. El 90% de estos
embarazos ocurre en países en desarrollo; 38% sucede en América Latina y el
Caribe. Los riesgos de un embarazo en la adolescencia están fuertemente
asociados con las desigualdades, la pobreza y la inequidad de género. Las
probabilidades de que las adolescentes de entre 15 y 19 años mueran debido a
complicaciones durante el embarazo o el parto son dos veces mayores que las de
una mujer de 20 a 30 años
Sin embargo esto no significa que las normas morales estén caracterizadas por
procurar la justicia social o el bien común, ya que muchas de ellas están basadas
en fundamentalismos religiosos, y tienen un alto costo en la salud o en la vida de
las personas, algunos ejemplos son el rechazo a la homosexualidad u homofobia
que de 1995 a 2000 ha registrado un total de 213 crímenes de Odio por
Homofobia, 201 correspondientes a hombres y 12 a mujeres (Consejo Nacional
para Prevenir la Discriminación, 2004).
Es importante mencionar que la transición hacia la transformación de las normas
morales nunca ha sido fácil, más aún en el tema de la sexualidad, requiere que un
grupo importante de la sociedad se oponga a ellas a través de la visibilidad, las
movilizaciones y la denuncia, pero difícilmente se logrará un cambio mientras no
haya normas jurídicas o tratados internacionales basados en análisis científicos
que legitimen un cambio, y aun así, aunque existan, la tarea no es fácil.
Iniciación sexual en la población adolecente
6. En México, las y los jóvenes inician su vida sexual entre los 15 y los 19 años, en
promedio. La gran mayoría de ellos (97%) conoce al menos un método
anticonceptivo; sin embargo, más de la mitad no utilizaron ninguno en su primera
relación sexual. Datos de la Secretaría de Salud muestran que la mayor demanda
insatisfecha de métodos anticonceptivos corresponde a adolescentes de 15 a 19
años; asimismo, se estima que 17.4% de los nacimientos totales corresponden a
mujeres menores de 20 años, de los cuales entre 60 y 80% de ellos son no
planeados
¿Cuál es el alcance de los derechos sexuales?
Puede decirse que son aquellos que permiten regular y tener control autónomo y
responsable sobre todas las cuestiones relativas a la sexualidad, sin ningún tipo
de coacción, violencia, discriminación, enfermedad o dolencia.
Para las mujeres los derechos sexuales tienen un especial significado, pues
involucran el derecho a ser tratadas como personas integrales y no como seres
exclusivamente reproductivos y a ejercer la sexualidad de manera placentera sin
que ésta conlleve necesariamente un embarazo.
¿POR QUÉ CENTRAR LA ATENCIÓN EN ADOLESCENTES JÓVENES?
La adolescencia temprana marca el inicio de la pubertad, con todos los cambios
fisiológicos y emocionales que este periodo entraña, como el rápido crecimiento
físico, el surgimiento de excitación e intereses sexuales, además de la maduración
del cuerpo sexual. Es un tiempo de intensa socialización de actitudes y conductas
marcadas por el género. Niños y niñas de esta edad tienen una elevada capacidad
para el entusiasmo, la energía y el idealismo; está aumentando su competencia
social e intelectual. A la vez, se enfrentan a varios riesgos para su salud sexual y
reproductiva cuya naturaleza, causas y consecuencias son profundamente
determinadas por el género.
Educar la sexualidad es mucho más que transmitir conocimientos e información
acerca de la sexualidad y la reproducción. No basta con enseñar las
características biológicas de hombres y mujeres, o los métodos para prevenir un
embarazo. Educar para la sexualidad es precisamente brindar herramientas
conceptuales, actitudinales, comunicativas y valorativas que permitan a los
adolescentes tomar decisiones con relación a su sexualidad que se correspondan
con lo que quieren, sueñan y esperan de su realidad.
"La educación sexual debe ser entendida como un derecho de la niñez, la
juventud y la población en general. Ya que la sexualidad es educable y forma parte
del potencial humano a desarrollar en la niñez y en la juventud, una educación que
no incluya la educación sexual, simplemente no puede llamarse educación integral
Maduración sexual de las mujeres hoy en día
7. Las chicas están ahora madurando físicamente a edades más tempranas que
antes, debido a mejoras en su nutrición y sus condiciones de vida. En lugares tan
diversos como Brasil, Chile, República Dominicana, México, Venezuela, Egipto,
Irán, India, Indonesia y Tailandia, niñas de estratos socioeconómicos más altos
están empezando a menstruar a una edad promedio de 12.5 años o menor-la
misma edad (o incluso más temprana) que de las jóvenes europeas y
norteamericanas. 4 Los primeros signos visibles de la maduración sexual, como el
crecimiento de los senos, pueden aparecer ya a los nueve o diez años. 5
- Impulsa el Instituto Morelense de la Juventud (IMJ) la aplicación de pruebas
rápidas de VIH en el estado.
- Buscan fomentar la colaboración y solidaridad con las juventudes morelenses en
este esfuerzo.
- La Nueva Visión prioriza el acceso a servicios de salud sexual, en específico de
mujeres y jóvenes.
Una de las principales líneas estratégicas del IMJ es el asociacionismo juvenil con
la finalidad de reconstruir el diálogo Gobierno – Sociedad Civil. Así como el
fortalecimiento de las organizaciones existentes y la generación de procesos que
favorezcan o incentiven nuevos espacios y formas de organización y participación.
En esta ocasión, se entregó un apoyo económico a Mariposas Tlahuicas A.C., una
organización compuesta por hombres y mujeres (voluntarias/os), que tienen una
trayectoria importante y sobresaliente en el tema de la defensa de los derechos
humanos, pero sobre todo en el trabajo hacia las mujeres y el trabajo en beneficio
de grupos en circunstancias de vulnerabilidad como jóvenes, personas con
discapacidad y comunidades indígenas.
La A.C., cuya representante legal es la joven Andrea Acevedo García, colaborará
de forma conjunta con AIDS Healthcare Foundation (AHF México A.C.) por un año
en la implementación de un modelo de aplicación de pruebas rápidas
de VIH en las calles y espacios públicos de diferentes municipios de esta entidad
como lo son Jiutepec, Cuernavaca, Jojutla, Temixco, Yautepec, Cuautla y Ayala;
así como la vinculación de casos reactivos a los diversos servicios de salud del
estado y el seguimiento de los mismos.
Este trabajo se llevará a cabo dos veces por mes hasta diciembre del año en
curso y abrirá espacios de voluntariado social para las y los jóvenes que se
deseen sumar
Maduración sexual de los barones hoy en día
En promedio, los varones inician la pubertad y entran a la fase de desarrollo de
máximo crecimiento en altura y peso corporal, como también en capacidad
8. cognitiva, alrededor de 1.5 años más tarde que las niñas.8 La primera eyaculación
consiente de los niños, entre los 13 y 15 años de edad, por lo general se considera
un indicador de la pubertad masculina, equivalente al inicio de la menstruación en
las niñas. Los fuertes impactos hormonales de testosterona durante la pubertad
afectan la conciencia y excitación sexuales de los varones y se asocian a nociones
socialmente construidas acerca de la dominación y toma de riesgos masculinas en
maneras complejas que se refuerzan unas a otras.9
INICIO TEMPRANO DE LA ACTIVIDAD SEXUAL
Son escasas las evidencias de lo que las y los adolescentes saben, sienten, creen
y hacen (o de lo que se les hace) en lo concerniente a sus cuerpos e intereses
sexuales emergentes. La investigación sobre actitudes y conductas sexuales es
sumamente delicada e incluso tabú en algunos países, y con frecuencia madres y
padres, docentes, formuladores de políticas, proveedores de cuidados de salud y
otros guardianes de la sociedad se oponen a esas indagaciones. Aun así, han
surgido algunos hallazgos interesantes.
¿QUÉ SABEN LAS Y LOS ADOLESCENTES JÓVENES?
La mayoría de investigaciones que indagan acerca de los conocimientos, actitudes
y prácticas de adolescentes jóvenes (usualmente entre los 12 y 14 años) en
materia de sexualidad y reproducción revela una generalizada falta de
información, habilidades y preparación cognitiva para las relaciones sexuales entre
los grupos más jóvenes. Aunque adolescentes de mayor edad también necesitan
más información sobre su salud y sus derechos sexuales y reproductivos
Educación sobre la sexualidad:
En las escuelas y otros ámbitos, incluidos los programas extraescolares, se
necesita urgentemente una educación efectiva, integral y continua sobre la
sexualidad que se base en los principios de los derechos humanos y la igualdad
de género y que responda a las preguntas de las y los adolescentes jóvenes.
Entre los métodos adicionales de comunicación y aprendizaje se encuentran los
medios impresos (especialmente las revistas populares para jóvenes); programas
de radio y televisión dirigidos a adolescentes; líneas telefónicas para preguntas y
respuestas, así como la Internet.
La suposición de que niños y niñas menores de 15 años son “demasiado jóvenes”,
y por lo tanto no necesitan información ni servicios en materia de salud sexual y
reproductiva, ignora estas realidades y les niega a los conocimientos y habilidades
prácticas que necesitan para protegerse a sí mismos/as y proteger a sus parejas
contra ITS/VIH, embarazos, aborto o parto inseguro, así como abuso sexual o
violencia. Las y los adolescentes jóvenes tienen el derecho a recibir información,
educación y servicios de salud integrales, además de otros apoyos sociales y
legales, durante esta etapa altamente formativa de sus vidas
RESPUESTAS POLÍTICAS Y PROGRAMÁTICAS
9. Los acuerdos internacionales afirman que todas las personas adolescentes-
incluyendo las más jóvenes-tienen el derecho a recibir servicios, orientación y
asesoramiento claramente apropiados para ese grupo de edad sobre la salud
sexual y reproductiva que les permitan asumir su sexualidad de modo positivo y
responsable.17 La educación formal e informal debería promover relaciones
basadas en la igualdad de género y el respeto mutuo, además de posibilitar que
las y los adolescentes se protejan contra embarazos tempranos y no deseados,
ITS/VIH, así como el abuso sexual y la violencia.
Los límites entre el derecho de las y los adolescentes a tomar sus propias
decisiones y el derecho de madres y padres a tomarlas por sus hijas e hijos son
disputados casi en todas partes. Aun así, las evidencias sugieren que negar
información y servicios cruciales a las personas jóvenes no les protege contra los
daños. Por el contrario, incrementa la probabilidad de que su iniciación sexual, si
llegara a ocurrir o cuando sucede, sea desprotegida.
Las personas jóvenes tienen derecho a:
Decidir e forma libre sobre su cuerpo y su sexualidad.1
Ejercer y disfrutar plenamente su vida sexual.
Manifestar públicamente sus afectos.
Decidir con quien compartir su vida y su sexualidad.
Ser respetados en su intimidad y su vida privada.
Vivir libre de violencia sexual.
La libertad reproductiva.
La igualdad de oportunidades y a la equidad.
Vivir libre de toda discriminación.
Recibir información completa, científica y laica sobre la sexualidad.
Recibir educación sexual.
A los servicios de salud sexual2 y a la salud reproductiva.
Participar sobre las políticas públicas sobre sexualidad.
10. 1. Yo decido libremente
Sobre mi cuerpo y mi sexualidad
Tienes derecho a que se respeten las decisiones que tomes sobre tu cuerpo y tu
sexualidad. Así que ya sabes, no tienes que desterrar las blusas cortas sólo para
ocultarle a tu madre el perseng te acabas de poner en el ombligo.
2. Tengo derecho a ejercer
Y disfrutar plenamente mi vida sexual
Puedes vivir cualquier experiencia sexual o erótica que te dé la gana, siempre que
sea lícita. Nadie puede inducirte al remordimiento sólo porque te gusta hacer
“cochinadas “en la cama. Claro, la persona en cuestión debe estar de acuerdo en
hacer contigo todo eso que ya te estás imaginando, sin poner en riesgo tu salud o
tu integridad.
3. Puedo manifestar públicamente
Mis afectos
¿Por qué si tu vecina puede andar por la calle besuqueando a su mini perro, tú no
puedes abrazar y besar a tu pareja en un parque? ¿Sólo porque los dos son
hombres? La libertad de expresión incluye la libre manifestación de la
personalidad y de los afectos.
4. Sólo yo puedo decidir con quién compartir mi vida y mi sexualidad
Aunque tus padres crean que cualquier hijo de ingeniero es el mejor prospecto, si
a ti no te late el tipo, no pueden obligarte a andar con él. No te dejes convencer
con el clásico “yo sé lo que te conviene, mijito”. Sólo a ti te toca elegir a tu
adorable verdugo.
5. Todos deben respetar mi intimidad
Y mi vida privada
Si tu mamá es de las que esculcan en los cajones para ver si te encuentra
condones o mota, entonces debes saber que tus espacios y pertenencias son
parte de tu identidad y primacía. Lo mismo aplica en el caso de que te cache
hojeando las revistas porno que guardas debajo del colchón o acariciando la tanga
de tu ex novia que escondes al fondo del cajón de los calcetines.
6. Tengo derecho a vivir libre de violencia sexual
A madrazos nada, salvo que seas masoquista.
Así sea el tipo que levantaste del antro anoche, el amor de tu vida o tu jefe directo,
si sientes que te acosa, presiona o te exige hacer cosas que a ti no te laten, eso
es violencia sexual y es un delito.
7. Mi derecho a la libertad reproductiva
Si quieres tener seis hijos, porque cuando eras niño te sentías muy solo por ser
hijo único, chido, estás ejerciendo tu derecho a decidir sobre tu vida reproductiva;
nomás
11. te falta que encuentres a la aventada. Pero si no quieres cambiar pañales nunca y
eso de “clonarte” en un crío con tu mismo nombre no va contigo, ni el piadoso
Abascal puede impedir que tus espermatozoides se pierdan en el camino.
8. Debemos tener igualdad de oportunidades y equidad
Salvo en algunos antros, donde ellas entran gratis, en todo lo demás hombres y
mujeres debemos tener las mismas oportunidades. Equidad quiere decir, entre
otras muchas cosas, que a la hora del faje lo que menos importa es quien saca el
condón primero.
9. Tengo derecho a vivir libre de toda discriminación
Chaparros, morenas, gays, darketos, cholos, rastafaris, lesbianas, hinduistas,
presbiterianos, matudos, pelones, eunucos, diferentes, diversos, anversos,
invertidos, nadie puede discriminarte. Y eso está en la Constitución y en el Defe es
un delito.
10. Debo tener acceso a información completa, científica y laica sobre la
sexualidad
Eso de que si a los chavos les muestran un condón se van a poner bien calientes
es una jalada que inventó Pro Vida para espantar pendejos. Tú debes saber todo
lo que necesites saber, con claridad para que entiendas y tomes decisiones sin
prejuicios. Desconfía de los que le dicen “pirrín” al pene o “preservativo” al condón.
11. Tengo derecho a una educación sexual
Tienes derecho a una formación, desde chavito o chavita, que te enseñe todo lo
que haya que saber sobre sexualidad. Nada de esperar a que estés “en edad de
saber ciertas cosas”, porque las ganas te van a llegar mucho antes de lo que los
adultos imaginan.
12. Tengo derecho a los servicios de salud sexual y a la salud reproductiva
Tienes derecho a que te den condones y la píldora del día siguiente en los centros
de salud, sin que te exijan un permiso de tus padres. Los médicos y enfermeras
tienen la obligación de darte información sobre métodos anticonceptivos sin que
nadie más se entere y si te los niegan puedes demandarlos por discriminación.
13. Puedo participar en las políticas públicas sobre sexualidad
Algunas políticas o programas educativos, recreativos o de salud que aprueban
los funcionarios públicos pueden afectar tus intereses o tu salud.
Por lo mismo, tienes derecho a conocerlos, a opinar sobre ellos y, si no te laten, a
proponer cambios o nuevos programas. Ninguna autoridad o servidor
Los derechos sexuales implican, entre otros:
El derecho a reconocerse como seres sexuados.
El derecho a fortalecer la autoestima y autonomía para adoptar decisiones
sobre la sexualidad.
12. El derecho a explorar y a disfrutar de una vida sexual placentera, sin vergüenza,
miedos, temores, prejuicios, inhibiciones, culpas, creencias infundadas y otros
factores que impidan la libre expresión de los derechos sexuales y la plenitud del
placer sexual.
El derecho a vivir la sexualidad sin violencia, coacción, abuso, explotación o
acoso.
El derecho a escoger las y los compañeros sexuales.
El derecho al pleno respeto por la integridad física del cuerpo y sus expresiones
sexuales.
El derecho a decidir si se quiere iniciar la vida sexual o no, o si se quiere ser
sexualmente activa/o no.
El derecho a tener relaciones sexuales consensuadas.
El derecho a decidir libremente si se contrae matrimonio, se convive con la
pareja o si permanece sola/o.
El derecho a expresar libre y autónomamente la orientación sexual.
El derecho a protegerse del embarazo y de las infecciones y enfermedades de
transmisión sexual.
El derecho a tener acceso a servicios de salud sexual de calidad.
El derecho a tener información sobre todos los aspectos relacionados con la
sexualidad, conocer cómo funciona el aparato reproductor femenino y masculino y
cuáles son las infecciones y enfermedades que se pueden adquirir a través
Hablar de derechos sexuales y reproductivos implica hablar del derecho de las
personas a ejercer su sexualidad y reproducción con libertad y dignidad
permitiendo a cada persona disfrutar de la sexualidad de una manera sana,
segura, responsable, sin miedos ni vergüenzas, según cada forma de ser, sentir o
pensar.
En algunas zonas del mundo, sobre todo en países en vías de desarrollo, estos
derechos no siempre se respetan: en el siglo XXI, 70 estados tienen leyes que
prohíben las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, en 9 de ellos
este delito se castiga con la pena de muerte. En catorce países, se requiere una
autorización del esposo para suministrar métodos anticonceptivos a una mujer. En
aquellas naciones donde la interrupción del embarazo es ilegal, se suelen realizar
abortos en malas condiciones, con mayores riesgos. Se estima que unos dos
millones de niñas son vendidas y compradas como esclavas sexuales y que, en
EEUU, unos 104.000 niñas, aproximadamente, son víctimas de abusos sexuales.
Muchas personas en el mundo no tienen acceso a los medicamentos adecuados.
Aunque todos estos ejemplos parecen muy alejados de las circunstancias que se
viven actualmente en España, también aquí se dan situaciones en las que los
derechos sexuales y reproductivos no se tienen en cuenta. Se calcula que, cerca
de dos millones de mujeres españolas viven en situación objetiva de violencia en
su entorno familiar. El coste de los métodos anticonceptivos es asumido de forma
privada y un 75% de las jóvenes alega no haber tenido acceso a la píldora
postcoital porque no se las quiso suministrar el facultativo correspondiente.
13. Incluso, se han conocido 30 casos de mutilaciones genitales femeninas en nuestro
país.
Elige Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos A.C., somos
una organización de hombres y mujeres jóvenes que luchamos por que las y los
jóvenes puedan ejercer libre y placenteramente sus Derechos Humanos y por lo
tanto sean dueños de sus propios cuerpos.
Nuestra misión como organización es contribuir al empoderamiento juvenil a
través de la promoción y defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos de la
gente joven (en el marco de los Derechos Humanos) para facilitar el ejercicio de
su ciudadanía.