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ESCRITOS
1. HEIDEGGER
1.- Formas de pensamiento y modos de producción. Su relación en Martin Heidegger. Un
modelo no-marxista entre teoría y praxis económica. En Revista Agustiniana de
Espiritualidad 19 (1978) 75-134
Según la teoría marxista, los modos de producción influyen en las formas de
pensamiento. Aquí se presenta otro esquema, el de Martín Heidegger, según el cual, la
producción técnica moderna influye también en el pensar técnico, una forma de
pensamiento.
2.- Técnica moderna y formas de pensamiento. Su relación en Martín Heidegger.
Publicaciones de la Universidad de Salamanca. Salamanca 1982
“El autor parte de la problemática planteada por Marx y desarrollada ulteriormente
por la Escuela de Frankfurt: La relación entre las formas de pensamiento y los modos de
producción, pero para estudiarla concretamente en Heidegger, en el marco de sus
conocidas reflexiones críticas sobre la técnica moderna. En este sentido, como lo reconoce
el propio autor, “nuestro trabajo es sobre todo un trabajo sobre Heidegger. Un largo
contacto de más de diez años con la filosofía heideggeriana nos ha hecho ver que ésta es
sumamente complicada… Por este motivo hemos sentido la necesidad de exponer con una
cierta amplitud el contexto de la filosofía heideggeriana, desde las ideas fundamentales
hasta los temas que tienen más relación con nuestra problemática. Evidentemente es esta
problemática el criterio de la elección y de la exposición del contexto filosófico
heideggeriano. Por este motivo vamos delimitando progresivamente el campo,
reduciéndolo cada vez más e intensificando también progresivamente el análisis de los
temas, cada vez más concretos y en relación más directa con nuestra problemática” (pp. 7
y s.). Podría decirse que el autor desarrolla su análisis del pensamiento heideggeriano a
modo de círculos concéntricos que se ven estrechando cada vez más y van conduciendo
progresivamente al centro de la problemática que se intenta resolver. Para darse cuenta de
ello basta observar el progreso de concentración que representan los seis capítulos que se
dedican expresamente al estudio de la filosofía heideggeriana: 1) el ser y la verdad; 2)
modos originarios de acaecer la verdad; 3) modo unilateral de acaecer la verdad en el
pensamiento filosófico y científico occidental; 4) relación entre teoría y praxis en los
diferentes modos de acaecer la verdad; 5) técnica moderna y formas de pensamiento en el
contexto de las visiones antiguas y modernas del hombre y de la realidad entera, tal como
las ve Heidegger; 6) técnica moderna y formas de pensamiento en el contexto de la
filosofía de Heidegger. El autor no ha querido estudiar la problemática heideggeriana
aislada del contexto histórico. Por ello añade un nuevo capítulo, en el que trata de la
técnica moderna en dos representantes de la Escuela de Frankfurt, Max Horkheimer y
Herbert Marcuse, dos autores cuya afinidad con el pensamiento heideggeriano es bien
conocida. Un capítulo final, más o menos conclusivo, desarrolla las semejanzas y
diferencias entre la concepción de la técnica y la de los dos representantes de la Escuela de
Frankfurt y esboza entre ambas las bases de un posible diálogo desde el contexto de la
tradición marxista, y más concretamente, dentro de la temática de la alienación actual del
hombre. “Un diálogo entre Heidegger, Horkheimer y Marcuse creemos que debería tener
lugar sobre esta base: la búsqueda de una imagen del hombre y de la sociedad que aún no
son y el reconocimiento de los propios límites. La filosofía heideggeriana debería valorar
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más la praxis histórica en su realidad concreta; y Horkheimer y Marcuse deberían valorar
más las cuestiones fundamentales, a nuestro parecer imposibles de eliminar” (p. 210).
Estamos indudablemente ante un estudio valioso que, al margen de su interés específico, el
desarrollo del problema que presenta la técnica moderna, constituye una lectura exigente y
esclarecedora del pensamiento heideggeriano en su núcleo más decisivo: el problema del
ser y de la verdad y su relación con el hombre. Hay que subrayar el esfuerzo del autor en la
traducción castellana de los difíciles vocablos heideggerianos. Sus soluciones personales,
por lo general muy exactas, constituyen un paso adelante en la imposible tares de dar con
el lenguaje adecuado para trasvasar a otra lengua el contenido del pensamiento
heideggeriano”. RECENSIÓN de E. COLOMER en Pensamiento 41 (1985) 119-129
3.- Arte y ontología en Martín Heidegger. En Logos (México D. F) 17 (1989, n.50) 9-44
4.- Arte y ontología en Martín Heidegger (2 parte). En Logos (México D.F.) 17 (1989,
n.51) 29-54
El escrito de Heidegger sobre El origen de la obra de arte es rico en ideas. En los
dos artículos precedentes se trata acerca de la visión del ente en relación con el ser, que
aparece en este escrito heideggeriano y en otros acerca de Nietzsche y del lenguaje.
5.- La crítica de Heidegger al pensar occidental. Publicaciones Universidad Pontificia.
Salamanca 1990
“El catedrático de Metafísica de la Universidad de Oviedo Modesto Berciano, sin
duda uno de los mejores conocedores del pensamiento de Heidegger, ha publicado este
nuevo trabajo sobre el filósofo más significativo del siglo XX y más concretamente sobre
su visión de la Metafísica. Se trata de un libro que puede servir como introducción a la
problemática de la Metafísica según Heidegger. El Dr. Berciano ha escrito otra obra
Superación de la metafísica en Martín Heidegger (Universidad de Oviedo, 1992), en
donde presenta un estudio más extenso, con un desarrollo más histórico de la filosofía de
Heidegger, y con una mayor profundidad. Pero era necesario que se ofreciese de una forma
más sistemática, como en la presente obra, y de una forma más asequible para los no muy
versados en Heidegger. La empresa, como todo lo referente a este gran pensador, no era
fácil. Sin embargo, el profesor Berciano, con su dominio del alemán y sobre todo con su
probado talento metafísico, que le han permitido comprender perfectamente los oscuros y
complejos textos heideggerianos, ha conseguido exponerlos y comentarlos de una manera
modélica. El lector comprende perfectamente cómo interpreta Heidegger la historia de la
metafísica occidental, desde su inicio con Platón hasta su consumación con Nietzsche, el
sentido de la “superación” de la metafísica como recuperación y renovación, lo que es y ha
supuesto el olvido del ser, el problema de la técnica, que permite la aclaración de la esencia
de la metafísica, el peligro de su unilateralidad y la necesidad de interrogarse por el ser y
de buscar un camino para su desvelamiento. Toda esta temática heideggeriana y de la
metafísica general es expuesta y explicada con los mismos textos de Heidegger, todos ellos
perfectamente traducidos por el autor y presentados de forma sistemática. No es necesario
decir que la obra es de gran utilidad, no sólo para conocer lo nuclear de Heidegger, sino
también para valorarlo adecuadamente, porque el profesor Berciano lo hace siempre, a lo
largo de los doce capítulos que constituyen el libro, positiva y negativamente, aunque
siempre de un modo objetivo y sin perder la admiración y el respeto que profesa por el
autor estudiado, y que contagia al lector. En síntesis, la obra es muy recomendable para
todo interesado en el pensamiento actual. Con su lectura conocerá las reflexiones de un
filósofo que ya es clásico, ofrecidas por uno de sus mejores expositores actuales”.
RECENSIÓN de E. FORMENT, en Actualidad bibliográfica, 59 (1993) 115-116
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6.- Temporalidad y Ontología en el círculo de "Ser y tiempo. En Themata 7 (1990) 13-50
El intento de Heidegger en Ser y tiempo fue hacer explícito el sentido del ser. El
camino para ello fue aclarar el ser del Dasein y lograr con ello un horizonte para considerar
el ser en general. Heidegger llega a ver la temporalidad (Zeitlichkeit) como ser del Dasein.
Pero comprensión temática y explícita de la temporalidad resultó un obstáculo insuperable.
El camino de Ser y tiempo quedó por ello interrumpido.
7.- Lieber Herr Panikkar... Comentario a un poema póstumo de Martín Heidegger. (Con
traducción). En Cuadernos Salmantinos de Filosofía 17 (1990) 415-430
Dos meses antes de su muerte, Heidegger envió a Raimundo Panikkar un poema
inédito acerca del lenguaje. En este artículo se hace un comentario del poema y al final se
hace una traducción del mismo.
8.- Superación de la metafísica en Martín Heidegger, Publicaciones Universidad de
Oviedo, Oviedo 1991.
“El autor es un conocido especialista en Heidegger, al que había dedicado ya dos
libros anteriores. El presente libro se presenta como un estudio definitivo en el que se
busca una síntesis del conjunto del pensamiento heideggeriano y un balance de los
caminos que quedan abiertos.
Tomar como hilo conductor de la reflexión heideggeriana el tema de la superación
de la metafísica es quizá su principal acierto. El tema está presente en toda la reflexión de
Heidegger y, al mismo tiempo, es un tema ambiguo –quizá calculadamente ambiguo- en el
que se van dado cita sutilezas, matizaciones e imperceptibles cambios. Por otra parte, es
uno de los temas más influyentes en el pensamiento de nuestro tiempo y ofrece la
oportunidad de brindar una referencia para analizar la compleja influencia de Heidegger.
Estructurado en 10 densos capítulos, el libro sigue básicamente la trayectoria
cronológica de los escritos heideggerianos mediante una abundante utilización de
publicaciones póstumas. Después de la formación inicial del pensamiento heideggeriano se
hace un riguroso análisis de Ser y tiempo, que aparece como un ambicioso proyecto para
superar la metafísicas mediante la novedosa elaboración de una ontología fundamental. La
centralidad del Dasein y de su precomprensión del se abre una vía muy prometedora, pero
este camino encuentra un grave obstáculo al topar con el horizonte de la temporalidad;
Heidegger tropieza una y otra vez con un problema insidioso y oscuro que no concluye en
una elaboración temática de la temporalidad fundamental y, por tanto, no permite la
esperada soldadura de tiempo y ser. La larga discusión con Kant, poniendo de relieve la
estrecha relación entre temporalidad e imaginación, no hace otra cosa que ahondar en la
complejidad del problema y encarecer más la necesidad no cubierta de una doctrina de la
temporalidad.
Por ello, sin abandonar este círculo de problemas, Heidegger va a intentar atacar la
cuestión básica por el camino de la diferencia ontológica. También la cuestión del
fundamento busca dejar de lado las dificultades de la temporalidad, pero éstas retornan
desde la decisiva cuestión de la transcendencia del Dasein. La reflexión sobre la nada
tampoco permite conceptuar temáticamente la diferencia ontológica. Es el estudio de la
verdad el que da un paso decisivo al colocarla en relación con la libertad y entender el
Dasein como propiedad de esa libertad (“dejar ser”), a cuya luz la verdad aparece como un
acaecer del ser.
Esto explica que Heidegger, lleno de incertidumbres, dirija su atención a la historia
de la metafísica. En Nietzsche se encuentra la consumación de la metafísica occidental y
con ello se cierran las posibilidades que le había abierto Platón. Pero ese círculo está
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consumado y no da más de sí, por lo que Nietzsche fue incapaz de superar la metafísica.
No obstante, esa superación es imprescindible y en el propio Nietzsche se habla de la
necesidad de un nuevo camino, que él no fue capaz de realizar de manera suficientemente
radical. Heidegger parece durar aún si ese nuevo comienzo desembocará finalmente en la
buscada ontología a partir de la precomprensión del ser, o si, por el contrario, también esto
deberá superarse.
El retorno a los orígenes anteriores a Platón se hace así ineludible. Lo fundamental
aquí es la experiencia del ser como verdad que es desocultación-ocultamiento y que el
hombre reúne (logos) en el lenguaje. La manifestación del ser es un destino enviado al
hombre y sus testigos privilegiados son los poetas. Por ello, la reflexión sobre la obra de
arte reafirmará esta perspectiva al entender la verdad en el ente como un evento en el cual
el Dasein aparece sólo como lugar de la iluminación, cuya iniciativa procede de otro
ámbito. Tal evento es esencialmente histórico y, por tanto, cualquier intento de pensar
temáticamente la diferencia ontológica parece inviable.
Todo ello confluye en el fundamental capítulo VIII, que, a mi modo de ver,
significa el punto axial del libro. La esperada publicación en 1989 de Beiträge zur
Philosophie –unos escritos que datan de 1936-38- permite al autor calibrar y organizar los
conceptos claves del nuevo pensamiento de Heidegger, clarificar más la debatida cuestión
de la Kehre y medir el alcance definitivo de la superación de la metafísica. No se trata de
que allí aparezcan cosas totalmente desconocidas ni siquiera que haya que adelantar una
década la aceptación explícita de la Kehre; lo decisivo es que allí Heidegger ofrece un
ensamblaje de los conceptos básicos que da a sus obras posteriores una coherencia que
hasta ahora sólo podía construirse trabajosamente a partir de fragmentos aislados. El
concepto básico de este nuevo ciclo del pensamiento heideggeriano es el de evento
(Ereignis), como el autor afirma reiteradamente. Quizá la importancia de este concepto
resida en la denominación con un solo término del ser y la temporalidad, pero no es menos
cierto que se trata de un concepto muy complejo y lleno de matices, que el autor intenta
desentrañar con paciencia y meticulosidad. Es claro que ello supone el giro hacia el ser
como tal, descartando definitivamente cualquier posibilidad de acceder a él desde ningún
ente. Este evento, que aparee como abismal, abre desde sí un ámbito de iluminación en el
que surge la tensión cuatripartita de mundo-tierra y dioses-hombres, lo cual abre desde el
ser una topología que permite su presencia en los diversos entes. Ese ser no es nada
sustantivo, sino el cruce de un haz de relaciones que se alumbra parcialmente como evento.
Esto significa la definitiva superación de la metafísica al volver inservible la
contraposición entre ente y ser, al superar cualquier búsqueda de un fundamento mediante
una experiencia abismal y, en consecuencia, tornar insuficiente la propia diferencia
ontológica. Pero esto significa también la despedida del anterior camino heideggeriano,
que aparece como proyecto inviable, si bien queda salvado en parte como el provisional e
imprescindible impulso para dar el salto a otro ámbito distinto. Como se ve, el profesor
Berciano entiende la Kehre como resultado del ahondamiento en motivos internos
presentes en Heidegger desde el comienzo, postura defendida desde el propio Heidegger y
con amplia presencia también en la literatura crítica.
Esto marca el momento decisivo del camino heideggeriano. Las obras que siguen
ofrecen desarrollos más amplios de algunos temas aquí presentes y, aunque el autor
promete investigaciones ulteriores (p. 323), los dos últimos capítulos adelantan un resumen
que, a la vista de lo anterior, parece complementario. Nada extraño que así suceda, pues,
como repite el autor, no se puede ir más allá del evento. Quizá esto explique el camino
zigzagueante de Heidegger, despertando de nuevo inquietudes ante su visión de la historia
como destino o la compleja relación ser-hombre. Por ello, es lógico que el propio tema de
la superación de la metafísica aparezca como un proceso que sólo se puede ir delimitando
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al calor del avance del camino del propio pensamiento heideggeriano. “La superación de la
metafísica aparece como un proceso dentro del pensamiento heideggeriano. En la
evolución del mismo se dan diferentes formas de entender la superación, desde la idea de
una ontología fundamental, a la idea de un acaecer la verdad desde otro, diferente del
hombre. Esta idea se concretiza luego en la de destino o en la de evento” (pp. 369-370)
Esto parece indicar una forma de pensar no sistemática, contingente y fragmentaria.
No obstante, el autor indica algunos temas de esa nueva ontología en perspectiva
heideggeriana, insistiendo de nuevo en la centralidad del evento. La obra se cerrará
enfrentándose al arduo tema de la conceptuación en esta perspectiva; al final no parece que
se pase de proposiciones negativas, pues tampoco al autor le parece que la referencia a la
conceptuación óntica pueda superarse.
Este breve resumen del que me parece argumento básico del libro no da idea del
rigor y la minuciosidad de sus análisis concretos, conducido siempre con un uso abundante
de los textos de Heidegger. Así se esclarecen multitud de malentendidos sin evitar con
frecuencia el recurso a refinados instrumentos de análisis filológico. En este sentido, el
libro será de gran utilidad para el lector, del cual ciertamente se exige un esfuerzo y
conocimientos previos, pues no pretende valer como una primera introducción a
Heidegger.
Resulta evidente que el profesor Berciano pretende explicar a Heidegger desde
dentro de su pensamiento y, por tanto, deja de lado todas las apasionadas polémicas en
torno a su actuación pública, bien porque las considere irrelevantes para el tema o bien
porque metodológicamente decidió dejarlas de lado; en uno y otro caso, no se le puede
censurar. Tampoco se entra directamente en las críticas e interpretaciones suscitadas,
aunque existen desperdigadas a lo largo de la obra múltiples referencias que el entendido
sabrá captar. Quizá puede decirse que no están presentes todos los temas tratados por
Heidegger, pero tampoco se pretende y, en cambio, parecen no faltar ninguno de los
relevantes. Precisamente por ello, el lector puede encontrar aquí mucha claridad para
adentrarse en los difíciles caminos de uno de los pensadores más influyentes de nuestro
tiempo, pero también para entender el origen de muchos conceptos que luego han
difundido filosofías posteriores. Al final, se tiene la impresión de que en la propia obra de
Heidegger hay un desequilibrio entre la radicalidad y rotundidad de sus críticas a las
filosofías anteriores y, de otra parte, la oscuridad y provisionalidad de las alternativas
esbozadas. Esto puede llevar a comprender que luego esas críticas hayan sido
abundantemente utilizadas en otros contextos, frente a cierto carácter esotérico que sigue
recubriendo las respuestas esbozadas y ello podría conducir a examinar con otra
perspectiva la amplia descendencia heideggeriana. Pero podría suceder también que la
provisionalidad de esas respuestas llevase a poner en entredicho la justificación de una
crítica tan radical, algo que sin embargo el autor, como casi todos los estudiosos de
Heidegger, parece dar, sin más, por definitiva.
Quizá los prometidos estudios ulteriores aclaren algunos de estos puntos. En todo
caso, esta obra marca un hilo fundamental en la investigación del autor, significa una
aportación decisiva en el estudio de Heidegger en lengua española, a pesar de su modesta
presentación tipográfica”. RECENSIÓN de A. PINTOR RAMOS en Cuadernos
Salmantinos de Filosofía XXI (1994) 326-329. Cf. También el amplio comentario de M. J.
SOTO BRUNA, El preguntarse heideggeriano sobre el ser. Comentario a un libro de
Modesto Berciano. En Anuario filosófico 25 (1992) 543-551
9.- Sinn, Wahrheit, Ort (topos). Tres etapas en el pensamiento de Heidegger. En: Anuario
Filosófico 24/1 (1991) 9-48
Según el mismo Heidegger, el camino de su pensamiento tiene tres etapas. La
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primera, titulada “Sentido” (Sinn) intenta llegar al sentido del ser. La segunda lleva como
titulo “Verdad” (Wahrheit) y considera la verdad como un acaecer que hay que dejar ser y
hacer temático. La tercera es “Lugar” (Topos). Este lugar es sobre todo el evento
(Ereignis), un acaecer como destino en el tiempo-espacio.
10.- Existencia histórica y conocimiento metafísico. En El hombre: Inmanencia y
transcendencia, Pamplona 1991, vol. II, pp. 1061-1087
La existencia histórica concreta y temporal parece tener serios problemas para un
conocimiento metafísico. El pensar heideggeriano podría mostrarnos un nuevo camino
para una metafísica renovada.
11.- El evento (Ereignis) como concepto fundamental en la filosofía de Heidegger. En:
Acercamiento a la obra de Martín Heidegger, Sociedad Castellano-Leonesa de Filosofía.
Salamanca 1991, pp. 91-118.
El concepto de evento (Ereignis) es la idea fundamental del punto de llegada del
pensar de Martín Heidegger. Esta idea es también la definitiva del camino heideggeriano.
12.- Martín Heidegger I: "El final de la filosofía y la tarea del pensar". Traducción y
comentario. Cuadernos de Anuario Filosófico, Pamplona 1992
El escrito de Heidegger El final de la filosofía y la tarea del pensar se sitúa en el
contexto de la superación de la metafísica en este autor. Aquí se hace una traducción del
escrito heideggeriano y se presenta un resumen de la superación de la metafísica en
Heidegger.