Como Construir Un Modelo De Negocio.pdf nociones basicas
Pan Diario 20 De Mayo De 2009
1. Dolor Productivo Lectura: Romanos 8:18-30 "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados" — Romanos 8:28
2. Nunca olvidaré cuando nuestro hijo menor, Mateo, se cayó y se rompió la muñeca. ¡Se veía grotesco! Su brazo daba un agudo giro hacia la izquierda a la altura de su muñeca, y luego volvía a girar para reanudar su dirección normal hacia su mano. Le llevamos volando al hospital donde el doctor comenzó a encajarle la muñeca. Observaba mientras el médico estiraba y torcía el brazo de Mateo. ¡Yo quería saltar y alejarle de mi hijo! Pero sólo me senté y observé, sabiendo que la agonía era necesaria para que Mateo quedara restablecido. Si confiamos en los doctores terrenales para que le hagan eso a nuestros hijos, cuánto más debemos estar dispuestos a confiar en Dios, el Gran Médico, para que vuelva a colocar nuestras vidas rotas «para que fuesen hech[a]s conforme [. . .] a la imagen de Su Hijo» (Romanos 8:29). Uno de los propósitos de Dios con el dolor es colocar la marca de la imagen de Jesús en nuestros corazones. ¿Podemos llorar con los que lloran? Puede que Dios tenga que surcar nuestras mejillas con nuestras propias lágrimas para que podamos identificarnos auténticamente con los demás, tal y como Jesús lo hizo. ¿Somos autosuficientes? Puede que Dios tenga que despojarnos de nuestra seguridad para conformarnos a la suficiencia de Dios que Cristo mostró. ¿Somos carentes de fe? Puede que se requiera una tragedia para enseñarnos a confiar en el Padre tal y como lo hizo Jesús. La próxima vez que te sientas quebrantado, no entres en pánico -¡alábale! ¡Dios está obrando!
3. El Propósito de Dios con el Dolor es colocar la Marca de la Imagen de Jesús en nuestros Corazones
4. Lectura Bíblica: Romanos 8 18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. 19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; 21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. 22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. 26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. Más que vencedores 28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. Reina Valera Revisada (1960). 1998 (electrónica ed.) . Sociedades Bíblicas Unidas: Miami
5. Biblia del diario vivir . 8.28 Dios hace posible que «todas las cosas», no solo incidentes aislados, redunden en nuestro bien. Esto no significa que todo lo que nos pasa es bueno. Lo malo sigue prevaleciendo en nuestro mundo caído, pero Dios es capaz de cambiar todas las circunstancias a nuestro favor. Tenga presente que Dios no está ocupado en hacernos felices, sino en cumplir sus propósitos. Note asimismo que esta promesa no es para todos. Es solo para los que aman a Dios y forman parte de los planes divinos. Los «llamados» son todas los que el Espíritu Santo convence y permite que reciban a Cristo. Estas personas tienen una nueva perspectiva, una nueva mentalidad en la vida. Confían en Dios, no en los tesoros de la vida; buscan su seguridad en el cielo, no en la tierra; aprenden a aceptar el dolor y la persecución, no a lamentarlos, porque Dios está con ellos.