1. Crónica experiencia TIT@ por Wilson Bermúdez Villada
Hablar de formación en tecnologías de la información y la comunicación TIC, será
siempre un reto para cualquier persona por versada que sea en el tema, más
cuando se deben empezar a romper paradigmas con las cuales se ha trabajado
durante años e incluso con desconocimiento de que existen elementos que pueden
mejorar y hacer más fácil nuestro quehacer pedagógico diario. Por eso cuando a la
institución llega la invitación lo primero me llamó la atención fueron dos cosas: la
primera conocer la metodología tit@ para llevarla al aula de clase y ver de qué
manera podía mejorar mi práctica pedagógica, y no porque me la supiera todas,
sino porque en este mundo tan cambiante de la tecnología, nada tiene la última
palabra y la segunda, que los estudiantes de la institución educativa donde laboro
tuvieran la oportunidad de trabajar con su tabletas y aprovechar al máximo ese
potencial y esa cultura innata que tienen en el manejo de aparatos tecnológicos y,
más aun, que les sirviera para aprender desde su realidad y de manera significativa.
Por lo general, no asisto a esto diplomados porque siento que el ritmo, en ocasiones,
de estos no es el mejor o se repiten informaciones que ya se conocen… o los dan
en jornada contraria, más cuando esto beneficia a la población estudiantil y
contribuye a mejorar la calidad de educación que se imparten en nuestras aulas de
clase. Pero bueno, en esta oportunidad me di a la tarea de decirle a la coordinadora
que sí, que contara conmigo para ese diplomado; pero más me entusiasmó el hecho
de que podía escoger mi horario de formación y escogí los martes en la tarde.
Bueno, llegaron los correo confirmando la inscripción y motivando a participar en
Tit@, ya lo había hecho en la primera fase, sin embargo no continúe cuando me di
cuenta que era todo un mes, por fuera del aula, doble jornada de 8:00 a.m a 5:00
p.m, pues mis compromisos laborales en la jornada de la mañana no me lo
permitían. Pero esta vez la cosa era diferente, era una vez a la semana, en jornada
contraria y bueno se acomodó mejor los tiempos y pude iniciar el diplomado, con
mucha expectativa por saber que iba a aprender y que cosas podía aportar al grupo
79 que fui asignado.
2. Y llegó el primer día de clase. Mucha expectativa, se presenta el maestro formador
José Fulgencio, una persona sencilla, formal que inició la jornada con una oración
al Eterno que a muchos sorprendió, pero que en lo personal me agradó muchísimo
porque lo primero es Él, poner todo en sus manos, dejarlo todo a su voluntad y
disponernos para agradarlo; luego los videos y presentaciones de bienvenida a tit@
y con eso empiezo entender que realmente era lo que se iba a hacer. Algo curioso
de la primera jornada fue que no hubo presentación por parte de los maestros
aprendices MA, solo del MF, pensé… el tiempo es tan corto que no habrá tiempo
para eso, muy seguramente en el transcurso de las jornadas nos iremos conociendo
y así de esa manera nos integraremos.
La primera jornada fue más de autoconocimiento que de TIC como tal, y bueno esto
es un taller de crecimiento espiritual, de automotivación…bueno pintaba de
todo…hasta colores tuvimos que llevar para una de las actividades propuestas,
música de relajación, mensajes de motivación y bueno un sin número de situaciones
que permitieron remontarnos a nuestra niñez y descubrir el niño que llevamos dentro
y ese súper héroe que en algún momento de nuestra vida formó para te nuestro ser.
Quedaron tareas como la cartelera de los sueños, el PLE, terminar unas preguntas
en casa…y lo único relacionado con tit@...la digitalización de los documentos
realizados en una carpeta como evidencias para subirlas cuando nos dijeran al blog
que más adelante construiríamos…nos mostraron las tabletas que los estudiantes
tendrían en su manos para su proceso de aprendizaje, se exploraron en clase…
pero había una expectativa aún más grande que las mencionadas anteriormente y
era que a cada docente MA le iban a dar un portátil para que lo pudiera usar 7-24,
es decir 7 dias a la semana, 24 horas…pero nos aterrizaron diciendo que se
otorgaban al final del diplomado una vez cumpliéramos con todos los requisitos del
mismo…puff…nos desinflaron…pues la verdad, mi curiosidad con el portátil eran
sus características internas pero el MF no me dijo nada al respecto…tocó
conformarse con la manipulación de las tabletas por unos momentos…luego las
empacaron y se las llevaron.
3. Bueno, en esa primera sesión formamos los equipos de trabajo, con la fortuna que
allí me encontré a dos compañeros conocidos, uno de muchos años atrás al cual
conocí cuando me inicié en esta hermosa y noble labor de educar Rubén Rúales y
el otro un compañero con el cual nos reuníamos en el CASD cuando nos vemos en
las reuniones de Psicoorientación en el proceso de exploración vocacional en la
institución educativa Santo Tomás y sus instituciones adscritas, Carlos Angulo, el
pequeño gigante, como le llamo algunas veces, aunque él no sabe.
El grupo lo conformamos con Rubén Rúales, y dos compañeros más, Omaira Rojas
de la I.E Villacarmelo y Sigifredo Chaguendo de la I.E Navia Varón, un equipo
dinámico y bien heterogéneo pues todos pertenecientes a instituciones y áreas del
conocimiento diferentes…desde el primer momento hubo buena sinergia en el
equipo y eso terminó por convencerme de que esa había sido una buena decisión
de haberme inscrito en ese diplomado.
Ya a partir de la segunda sesión se empezó en trabajo con las TIC, ya se empezó
a notar quien tenía fortalezas en el manejo de la tecnología y quienes no, sin
embargo allí, todos aprendiendo uno del otro. Una dinámica que me pareció genial
del MF era que quien supiera manejar una herramienta tic la pudiera enseñar y
mostrar a sus compañeros del grupo, me permitió aprender del otro de manera
significativa.
Ya las tareas asignadas fueron siendo más centradas en el Ambiente de
Aprendizaje (AA) y reconocer que compartíamos la misma problemática en nuestras
instituciones bien fuera urbanas o rurales, es el problema de conectividad, lo cual
nos llevó a pensar el AA en esos términos y cada vez más encontrando que siendo
instituciones tan diferentes tuviéramos tanto en común.
Después de 4 sesiones, ingresó una compañera nueva al equipo Ana Milena Flórez,
la cual se integró rápidamente a la dinámica del grupo, lo que hizo que ya Omaira
Rojas se sintiera acompañada por una mujer más y pudieran compartir otras
situaciones al interior del grupo, ella viene de la I. E. Vicente Borrero Costa,
profesora de lenguas modernas y entró corrigiendo redacción del PID, es decir entró
4. con pie derecho revisando el documento y proponiendo dinámicas de trabajo para
la elaboración del PID.
Hoy que estamos en la última etapa de este proceso de formación y al inicio del
proceso de aplicación del AA, estoy convencido que ha sido una de las mejores
oportunidades que he tenido de conocer personas distintas, de hacer trabajo
colaborativo, de compartir experiencias y ratificar una vez más porque SOY
MAESTRO, porque más que aprender herramientas tecnológicas para llevar al aula
de clase con los estudiantes, es reconocerme que en la medida que comparto lo
que he aprendido en TIC, me hace sentir más orgullo de la profesión que elegí y
que la única manera de liderar es con el ejemplo, haciendo, para que otros también
hagan y que trabajando con el otro también a aprehendo.
Tit@ me deja una experiencia para aplicar en mi proceso pedagógico, pero más allá
de ello me deja un grupo de amigos, que muy seguramente esta no será la última
vez que compartamos un espacio de formación y mucho menos un espaciopara ser
personas y compartir como seres humanos que somos, únicos, maravillosos e
irrepetibles.
Mil gracias…Dios les bendiga!